miércoles, 18 de mayo de 2016

DAVID MARJALIZA, O MARJALIZABA, VAYA SÍ MARJALIZABA...


Arriba, David Marjaliza. En estos momentos, en alguna dependencia policial esperando para seguir cantando la gallina a preguntas del juez Velasco. David Marjaliza, sí. O marjalizaba, el pobre. Con lo difícil que es eso. Porque para marjalizar bien hay que saber. No todo el mundo puede marjalizar de la noche a la mañana, por ciencia infusa, ni mucho menos estar marjalizando más de diez años sin que nadie se dé cuenta de lo que has marjalizado como un campeón. Primero, y aunque parezca mentira, te tienes que dejar marjalizar por algún político con tronío. Francisco Granados, por ejemplo. Luego, ya marjalizado tú mismo, tienes que marjalizar unos terrenos, dejar que tu colega marjalizante los marjalice en un mapa para que suban de precio, y después marjalizas los beneficios para marjalizarlos en los siguientes terrenos que quieras marjalizar. Al cabo de unos años, queda marjalizado hasta el lucero del alba por tu zona: alcaldes, diputados, concejales, secretarios, empresarios y el horizonte. ¿Que te pillan marjalizando al fin y al cabo? Pues cantas la gallina como está haciendo David, aguantas la reprimenda por marjalizar, prometes que no vas a marjalizar más, y al cabo de unos meses te plantas en Ginebra, en Panamá o en Bermuda, y recoges todo lo que hayas marjalizado hasta ahora. Tan ricamente. ¿O acaso no trata de marjalizar todo el mundo? En estos momentos se está marjalizando en alguna parte de España a punta pala y en secreto, pero ya nos enteraremos dentro de unos años, así que no hay por qué escandalizarse ahora precisamente.