miércoles, 3 de abril de 2013

LA SANIDAD PRIVADA ES LA P... LÁMELA


El nivel de saqueo ha llegado ya a la parada cardiorrespiratoria, colega. Si no fuera tan cutre y con los sinvergüenzas tan a la vista, con nombres y apellidos, esto parecería una pesadilla de Paco Martínez Soria, una en la que le cobran un millón de pesetas por un jarabe para la tos en el ambulatorio de su pueblo, esa vieja casa de salud que ha pasado a llamarse de la noche a la mañana Clínica Privada Capio Barbie, por ejemplo. Te despiertas, pero ahí siguen los buitres. Una rueda de buitres sobre nuestras cabezas y aquí preguntándonos pudorosamente si se puede preguntar, con perdón, por la ley de incompatibilidades, sin ofender, a algunos representantes y ex representantes del pueblo, si no es molestia la pregunta. Una rueda de buitres en la que nunca faltó Manuel Lamela, aunque desde ayer el plumón baboso de su cuello se haya hecho más visible. La puerta giratoria de los buitres. La térmica de ascenso con un hospital entre sus garras, una concesión, un muerto todavía caliente. Lo comentaban ayer en El Intermedio. La creación de una empresa privada fantasma entre los responsables de la sanidad pública para robar todas las subvenciones posibles y repartirse el pastel entre ellos. "Madrid Centro Médico". Millones de euros esfumados en la térmica de ascenso que dije antes. Y te indignas. Te cabreas. Te subes por las paredes de internet. Y había un blog empotrado en la revista Interviú en el que he encontrado información sobre el tema, y algo de consuelo. Sin cita previa. De Nieves Salinas. A destacar una foto que me ha puesto los pelos de punta. Es la del momento de la presentación oficial del truño en el 2011. Madrid Centro Médico, turismo sanitario para multimillonarios con tu dinero y el mío, y los responsables del tema. Todos los que están no son todos los que son (tal vez faltaría Güemes), pero los que ponen el careto ya han salido en este blog y ninguno por nada bueno, para variar. Es la banda. La bandada. Se oyen los graznidos en la altura. Lasquetty, Villanueva,  Percival Manglano, Arturo Fernández... Lo mejor de cada cueva. Sólo faltaba la caricatura del de arriba, el del centro. La sanidad privada es que es la p..., ¿verdad? Lámela, Manuel.



Y tres preguntas: 
1) ¿En qué mierda de país vivimos? 
2) ¿No hay ninguna forma de parar esto? 
3) ¿Podría dársele algún uso democrático a las puntas de lanza de las banderas frente a las que posan nuestros honrados representantes?