domingo, 16 de marzo de 2014

EL LIBRO DE FIRMAS DE SOTO DEL REAL


Entre otras muchas imágenes de diferente valor para la vida, en el álbum de fotos de tu código genético, ese que te dan al principio con el caderazo fundacional de tu padre al que tu madre responde con un gemido creativo, el origen de todo lo que vas a ser, en ese álbum de fotografías a la gominola, digo, aparece ya el diente de león de tu Ego, la salamandra de tus Prejuicios, la tabla de fregar de tus Valores, el carámbano soleado de tu Alma y el mendrugo de pan duro de tus Ergias. Con el tiempo, tu diente de león se plastifica o sale volando, tu salamandra te ocupa toda la cara o se esconde debajo de la losa de tu libertad... Con el tiempo, tus Valores se infravaloran o tu alma se derrite y era hielo de Mirinda... Y con el tiempo tus Ergias se vuelven bocadillos para los pobres o tubitos de macarrón para ver un círculo alimenticio de amanecer con tu ser más querido. Pero también puede pasar que tus Ergias desaparezcan por completo. Que ese mendrugo de pan duro precursor te abandone y te conviertas en un hombre sin escrúpulos, que es otro tipo de cereal. Sin escrúpulos para estafar, robar y vivir en la noche como un grumo en un plato de natillas negras. Sin escrúpulos para engañar, corromper y vivir a salto de despacho como si a tus pies de oro les hubiera salido verdín de moqueta. Como si tu cuerpo fuera alquilado y no tuvieras futuro, lonchas de cocaína estiradas en mesas de caoba como las que pintaría El Greco con patines, y prostitutas a tu alrededor como estorninos sobre un pantano con juncos de billetes asomando por las riberas de tus pantalones de animal divorciado. Todo esto te pasa si pierdes tu Ergia fundamental, amigo. Todo esto es lo que le pasó a José Luis Aneri, cordobés que se vino a la capital de la genética del dinero del gobierno, Madrid, a buscarle los cromosomas a los cursos de formación, sus alumnos, y la doble hélice de la empresa privada y la pública. Las empresas de Tezanos, el de la entrada anterior, las públicas CECOMA y FEDESCAM, y la empresa origen de todo esto, la privada, la de José Luis Aneri, SINERGIA. No es tan fácil de detectar como si a tu empresa para los chanchullos la llamas SINVERGÜENZA, pero casi. Sin Ergia por la cara. "Que yo es que soy así desde mi álbum fotográfico genético, colega". Otra cosa es que a partir de este caso flagrante de corrupción en la sangre, se imponga un análisis de ADN a todo aquel que quiera hacer negocios con el gobierno de turno, que no le veo yo al Estado (que también suele ser de turno) preparado para montar laboratorios profiláctico-económicos de aquí a mañana. No le veo yo analizando el ADN directamente a todo el que quiera montar una empresa, por más que sería imprescindible con tanta doble hélice y tanta puerta giratoria como ventea últimamente por Madrid... Minority Report, colegas, hasta por hacer un presupuesto de ñapa para correr un tabique en un piso de Getafe, que eso está ya en la sangre. En el flujo sanguíneo y en el flujo de tus pasos. En los andares. Que le pregunten, si no, a las secretarias que tenía Aneri en SINERGIA. Esos andares y esos bolsillos con pajaritos de cien euros piando por las costuras cuando se iba a una reunión de trabajo, a cenar a media mañana... Escandalazo en la administración, entre los empresarios madrileños y en un gran tanto por ciento de burdeles... Ya, como si nadie se hubiera coscado antes y tuviéramos que venir El País y yo a escribir esto... Con lo fácil que sería mirar el código genético de algunos y de sus amistades, y comprobar que es talmente el libro de firmas de Soto del Real...