martes, 18 de abril de 2017

COREA DEL NORTE A ESCENA


¿Le queda raro el plátano en la oreja al soldado norcoreano? ¿Verdad que no? A los coreanos del norte no les queda raro ni llorar sin ganas. Da igual cómo les veas. Desfilando, bailando, tirándose al agua para saludar a su líder. Miras sus ciudades funerarias, sus monumentos de fábrica de chocolate, sus abrigos de mi villano favorito... y es todo lo mismo. Un pueblo absurdo con un plátano en la oreja, un presidente infantilizado y una caja llena de petardos gordos. Dan miedo. Lo que ocurre es que estamos tan lejos del tonto mortal que todavía no nos preocupamos como deberíamos. O al menos no demasiado. Sin embargo, en Corea del Sur no les llega la ropa al cuerpo. Bueno, allí es normal. Otra cosa es que nos tomemos a chufla la entrada en escena del payaso de rodeo caminando entre los aplausos y las carcajadas del público hacia el del plátano en la oreja. Por experiencia sé que cuando se juntan dos cómicos de distinto representante o de distinta agencia puede ocurrir cualquier disparate. 

FALTAN YERNOS EN EL AUTOBÚS DE LA TRAMA


Al personaje de arriba, Javier López Madrid, creo que lo he guardado erróneamente en la carpeta Retratos PP. Tendría que haberlo hecho en la de Retratos Casa Real. Íntimo del rey y compi-yogui de la gueina, el colega tampoco anda corto de suegro, que es el súper yerno de Villar Mir, ex ministro de Franco y el empresario mocito feliz que aparece en todas las fotos y obras que encarga el estado y se lleva muertas en comisiones el PP. Por lo demás, el colega tiene su parte de pringue en las tarjetas Black de Bankia y en la trama Púnica. Lo raro es que le quede tiempo para hacer yoga o acosar sexualmente a ninguna dermatóloga (Elisa Pinto, otro personaje). Ahora su querido suegro lo ha despachado a que despache en una tiendecilla que tiene en Londres (sueldo 550.000 libras anuales), pero sobre todo para que la prensa insidiosa deje de tenerlo tan mano en Madrid a su López Madrid (cualquier día se coloca el guión de plasma en medio, por apellidarse más in, con más yugo y flechas). Esa misma prensa insidiosa a la que calificó la gueina como "merde" en un whasap solidario pura casta. Qué mona ella, la ex periodista. Porque se quieren, porque se conocen, porque son familia en el fondo de reptiles. Los padres y los hijos y los yernos y los que vengan, que tenemos camas buenas. Se protegen entre ellos. Se reparten el país entre ellos. Mientras a los demás se nos queda cara de vaca viéndolos pasar con ese tren de vida, aunque todos deberían estar en vinilo en el autobús de la Trama. Como los Payasos de la Tele de gira, acaso un poco infantil, pero es que la gente está tonta y hay que explicárselo todo, aunque sea a cencerrazos.