
Qué difícil es encontrar chicas normales en internet. La mayoría de ellas está en la actitud "soy la última cocacola del desierto", cuando no, directamente, en la actitud "voy a coger a tu hermano pequeño (el de cada cual) y me lo voy a comer con cuchillo y tenedor". Internet es un puto mercado de carne al peso. Por toneladas. Es que no se puede pintar un pan sin que te lo enseñen con tetas y una webcam, joder... A lo que íbamos. Alegría y cuerpos serranos en la playa. Ampliando la imagen se aprecia mejor el buen rollo. Porque todavía hay verano para rato. Alegría, sacos de tierra y palas... ¡Y que viva el sol que iluminó la defensa de Madrid en el otoño del 36! Ese erotismo épico contra los fachas. Nos va a hacer falta.