sábado, 18 de enero de 2014

CARPETA FARÁNDULA

Después de lo mucho que me gustó "The Wolf of Wall Street" no estaba bien pintar al director sin pintar al prota. Me encanta cómo le se le ha quedado el pelo con la gomina. Y por abundar en la carpeta "Cine y TV", tres paneles con algunos de los actores y actrices que he pintado estos años. En cada una de esas caras tengo yo echados más pensamientos que un hombre bomba en su botoncito rojo. Pintura zen. Patria y extranjera. El panel en blanco y negro (Sean Connery en sepia de impagos) es el más melancólico, pero también me produce mucha melancolía no haber pintado más actores nacionales. Será que la "real gana", mi voluntad y representación a lo Schopenhauer de pueblo, ha estado susceptible con la marca España, esa pamema.











MUNDO BIVALVO

A tenor de la entrada de la carne, Marinel me decía que ella era más de pescado. He mirado en mi despensa JPEG y también había pescado. En concreto una merluza y boquerones (fritos y en vinagre). Pero de lo que más había de cositas de la mar eran bivalvos. Otra obsesión como la de la carne, supongo. Sí, esos animalitos a los que llaman bivalvos para provocar. Y como profundices, moluscos lamelibranquios. Si es que los visten como putas... Vaya por delante la ración de coquinas que le regalé a mi amigo Claro, que estaba muy falto (¡Salud!), y lo siguiente, una de conchas finas típicas de Málaga. Recuerdo que estuve una mañana entera hipnotizado en ese mundo de rojos, naranjas y transparencias de lencería acuática. Para que luego la gente necesite años de psicoanálisis. Una mañana entera, como digo, hablándole a mi subconsciente a través del lapicito óptico... Para gustos, los colores, y todo este marisco fresco. Que aproveche, Marinel.

(Recuerdo que una vez me puse el cuadro de las ostras de salvapantallas durante unos días. Podéis probar, pero os aseguro que cuesta salir del escritorio)










LOS MIÉRCOLES AL ZOO


   Cuando las Bellas Artes dependen demasiado del dinero sus logros suelen resentirse (Tele 5, Calatrava, Carnaval de Tenerife), pero ni metiendo un millón de euros de marcapáginas en una novela de María de la Pau Janer consigues que su cota de sublimidad deje de ser rasante. Con pasta puedes hacer El Escorial con final feliz, pero sin un duro puedes escribir El Pozo (Onetti). Por arriba o por abajo, el verdadero arte tiene una relación triste con el dinero. Desde los besamanos del pobre Cervantes al Duque de Béjar a los cunilingus de Garci a Esperanza Aguirre. Por arriba o por abajo, como decía. La Capilla Sixtina o el soterramiento de la M-30. Pasta. Henry Miller (pobre como las ratas) o Dan Brown (rico como las ratas). Las Torres KIO o La Cañada Real. Pasta base. Arte. Cada uno en lo suyo.

   Pero que el problema principal del cine español sea exclusivamente de dinero me parece un sarcasmo. Ni por lo que cuesta, ni por lo que se subvenciona (o se deja de subvencionar), ni mucho menos por lo que vale. Con cientos de millones puedes hacer una ola gigante y sin un duro puedes hacer que amanezca. Y con el teléfono móvil que te sale en las bolsas de las madalenas hoy en día está en tu mano contar la historia más deslumbrante del universo. Incluso ext., noche, lluvia, si quieres. Así que no se trata de dinero exclusivamente, ni de abaratar la entrada al zoológico los miércoles. La gente acudirá en masa, pero para ver a los animales con más tirón. El león de la Metro y el pegaso de la Tristar, por poner dos clásicos. Pero si a un gatito que habla que no se le entiende me lo quieres hacer pasar por un Lince Ibérico de la Hostia, no voy a ser yo el ratón que te pague el trampantojo. Figura. Otra cosa es que le hagas la cirugía estética al cocodrilo y me lo cueles como perro salchicha, como hacían Berlanga o Azcona. Ahí me tienes fijo. Rendido. Estremecido otra vez por lo que puede hacer el talento en este país sin un puto techo. Efecto especial mecánico. Y amanece a mano.

(Los chavales de arriba, entresacados casi al azar de la carpeta JPEG "Cine y TV", no son referentes ni ejemplos de nada de lo escrito en la entrada, salvo alguna cosa)