jueves, 19 de diciembre de 2013

EL NIÑATO


He dudado antes de ponerle el título a esta entrada sobre José María Aznar Botella. Como que no me parecía suficiente motivo llamarle "niñato" por esa exclusiva del Diario.es sobre sus cabreados y vergonzosos correos electrónicos a Blesa porque no quería soltar 60 millones de euros de Caja Madrid para un capricho (o vaya usted a saber qué negocio) de su padre. De hijo de papá al señor que puso su papá en el trono. De tú a tú, con la arrogancia de "ser hijo de", y sin más argumento, claro. También me hacía gracia Blesa, haciéndose el digno. Pero con una educación en esa casa Aznar-Botella, con la infancia espeluznante que ha debido pasar ese chaval, y con los mimbres de filosofía del trinque que le han debido de inculcar desde la cuna, la personalidad basada en la prepotencia con que le han enseñado a tratar a las asistentas, chachas y jardineros, y la consideración general de la masa como saco donde meter la mano y saco de boxeo a golpear hasta que tosa como modo de afrontar la empatía con las personas, ese engorro, qué podrías esperar de un vástago así... Chulería, arrogancia, mala educación y asquito inmediato: ergo "niñato". Pero luego pensé en el Síndrome de Estocolmo y me dio penita: un tipejo secuestrado por dos fanáticos durante años y años, y que ha acabado identificándose con sus secuestradores, en sus maneras, en sus patologías y en su bochornosa forma de entender la vida... Y como que no quería calificarlo así, a vuela pluma, por una rabieta con el tito de Caja Madrid. Quién no se ha enfadado con un presidente de Caja de Ahorros Nacional porque no quiere regalarle a su padre sesenta millones de euros para comprar la obra de un artista tristísimo y mediocre (va en gustos, y el mío no es partidario de Gerardo Rueda)... Pero, ay, amigo, para algo tiene uno internet, y me puse a saber un poco más del "no niñato"... Aparte de sus estudios para alimaña financiera en EEUU (que como buena persona se habría puesto a estudiar Ecología, Energía Solar o Veterinaria), el colega escribe columnitas para La Razón. ¿Por ser quién es? Nooooo... Por su fino estilo literario y su sagacidad de economista deslumbrante, que Marhuenda siempre ha sabido muy bien a quien contrata... Van dos perlitas:

La primera de una columna de este verano ("Grecia da ejemplo" 15-6-2013):

              "Al ver el aumento en la prima de riesgo griega me lanzé a investigar..."  

Se lanzó, el chaval. Del verbo lanzar. Con zeta. Así que todo con "Z"... Y después de esta pavorosa falta de ortografía, le "cacé" otra perla en una reflexión portentosa que nos hace en otra brillante columna ("Keynes otra vez" 8-6-2013); una critica frontal al santón de los liberales a causa una de las poquitas iniciativas que aprobaba el economista británico para fomentar el crecimiento de una economía aumentando el gasto público sin que importe el incremento de deuda que contraiga el país (¿recuerdan los motivos por los que reformamos hace poquito la Constitución en favor de los alemanes?). Esa blasfemia en el templo de los mercados por libre tenía que tener alguna explicación paranormal:

            "Según Ferguson, la homosexualidad de Keynes y por tanto su ausencia de descendencia le impedían pensar en el futuro que heredarían generaciones venideras, de ahí que fuese partidario de incurrir en tanta deuda como fuese necesaria para generar crecimiento. La teoría de Ferguson es absurda e injusta, pero creo que da en la tecla en la media en que cuestiona la integridad intelectual del economista británico."

Sí. Le parece "absurda e injusta", pero está de acuerdo. Como todos los que no son racistas, "pero". Como todos los que tienen un montón de amigos homosexuales, "pero". Qué carcajadas más buenas con su padre, riéndose los dos del Keynes. La única ocurrencia buena que tuvo para ayudar a la economía real de la gente y la tuvo porque era maricón... Juó, juó, juó.

Así que, señores míos, no he tenido más remedio que llamar a las cosas por su nombre y titular así esta entrada. Espero que les haya instruigado una miaja de cómo está el patio...

DE LAS CÁMARAS DE GAS DE LAMPEDUSA Y DEL ETERNO RETORNO


Andaba ayer revisando mis archivos cuando me encontré con una vieja caricatura de Garzón y que, de repente, no me gustó en absoluto. No le hacía "justicia" al personaje. En su día le di el visto bueno por las prisas o por las contrarias, que son las morosidades en un trabajo que ya te cansa, o ya te aburre, y por no buscarle otra vez la frescura que has matado, lo das por aceptable: se parece al retratado y no hay que darle más vueltas, que ya empieza a oler a laca. En ese resquemor del trabajo mal hecho, me puse a hacerle otra caricatura que le hiciera más "justicia" y aquí está el resultado, arriba. Mi estupor (y el motivo principal de la entrada) es la inquietante coincidencia en el tiempo. Hace exactamente un año de todo. Las dos caricaturas son del 19 de diciembre. La mala y la buena. La del año pasado fue a tenor del maltrato a los inmigrantes en este país (negarles el acceso a la sanidad pública si no tenían papeles) y una sentencia judicial en contra del gobierno. Hoy, después de "repintar" a Garzón, quería escribir sobre la infamia reincidente de Lampedusa y sus cámaras de gas para desinfectarlos de sarna en Italia. No sabía qué iba a pintar sobre eso. Ya no hace falta. La historia se repite y a mi me ha dejado bastante inquieto. Garzón de nuevo. La ignominia de nuevo. Para curiosos, la entrada del año pasado. He dejado la caricatura mala en su sitio. La inculpatoria. Si yo fuera del PP, hace ya tiempo que habría borrado el archivo.