lunes, 11 de enero de 2010

NUNCA ES DEMASIADO TARDE PARA SEGUIR VIVO

Para Blood Minnesota sólo había algo mejor que una chica desnudándose encima de una mesa de póker: dos chicas desnudándose encima de una mesa de póker y él con su escalera de color recién sacada de la manga. Cuatro tetas distraen más que dos carretas. Y por supuesto que también estaban distrayendo a Johnny Taburetes, a quien alguien estaba a punto de desplumar por arriba y por abajo.
-¡Nena, ya sólo te falta quitarte los pezones!
También hay que decir que cuando Blood Minnesota se ponía ingenioso, nunca se ponía demasiado.

¡QUÉ BONITOS SON LOS ARRANQUES DE LAS NOVELAS NEGRAS!

Todo lo que tenía de bueno mi ciudad lo perdía con la nieve. Es cierto que también lo perdía sin nieve, pero eso es ya puestos a hablar mal de alguien. Aquella tarde no estaba para afinar gatos y, encima, había perdido el mechero.