martes, 14 de junio de 2011

REDACCIÓN: LA CRISIS (5)

Retrato a la Wacom (óleo y dedo de arrastre) de un wallpaper (Cute Funny Child) que me gustó.

Gracias, copyleft, majetes.



La crisis de la crisis sabe mucho mi hermano Teto que antes de la crisis no quería trabajar y ahora tampoco con la diferencia de que ahora tiene excusa. La crisis es el dinero que no hay pero también el que no va a haber, que es como no tener dinero dos veces y a lo mejor lo entiendo cuando sea mayor y no tenga dos veces el dinero que ahora tampoco. Eso si no eres griego, que es peor y no tienen dinero muchísimas veces más que nadie y hasta van a tener que vender parte del mapa para que el mapa siga entero y eso tampoco lo entiendo. Con la crisis aprendes palabras nuevas como la palabra producto interior bruto (que es como nos ven los demás por fuera y eso ya es ensañarse), la palabra burbuja inmobiliaria (que son las pompas que sueltan los ladrillos cuando la economía se calienta, dice mi padre) y la palabra antidisturbios. Yo pensaba que antidisturbios era todo el mundo, empezando por mi madre y terminando por el maestro, pero dice mi hermano Teto que los antidisturbios son los muñecos esos articulados que salen por la tele de dentro de una furgoneta y que se lían a pegarle con un palo a la gente que ven junta. Mi hermano Teto también dice que un indignado se convierte inmediatamente en un endiñado si se despista, fallo que a él le pasa siempre lo mismo con el cumpleaños de su novia que las veces que viene de cantarle una serenata al alcalde con un ojo morado. Si fuera alcalda, yo lo entendería, pero siendo alcalde varón, normal que te endiñen con el producto interior bruto, señorita.