miércoles, 29 de enero de 2014

AYATOLAHS POR LIBRE



Mayor Oreja se niega a presentarse a las europeas porque en Europa las mujeres pueden llevar pantalones. Por más que han intentado persuadirle para que sacrifique sus convicciones más profundas en aras del paripé de modernidad con el que trata de disimular su partido, a Jaime no le bajas del camello. Bastante transigió en su día con que hubiera música en los mítines. O con que Celia Villalobos se negara a llevar burka. Para el accionista de los talibanes de la seguridad privada, no haber fusilado al árbol de Guernika cuando se salió del tiesto fue un error estratégico. Ahora, con las palomas sueltas por las calles, los parados con su palillo de dientes en la boca sin ningún respeto, las mujeres votando, los adolescentes dejándose el pelo largo asimétrico, los taxistas escuchando la emisora que les da la gana, y Blas Piñar enterrado sin honores militares y sin declarar una semana de luto en lo universal, ahora, digo, a Jaime Mayor Oreja se le pasan las páginas de su sharia contra la Democracia como en una secuencia de poltergeist. Pero sólo hay un Franco verdadero, y Jaime su profeta, de modo que los votos de sus creyentes y seguidores se los lleva él a la masara del Valle de los Caídos antes que dárselos a esa piara de intransigentes moderados y fundamentalistas de salón en que se ha convertido la otrora gloriosa Alianza Popular. ¿Qué mariconada de civiles es esa que ha provocado la ley del aborto? ¿Divisiones en las prietas filas? ¿Confusión? ¿Libertad de voto? ¿Qué es esto? ¿Un partido fascista o una reunión de tupperware? ¡Fernández Díaz! ¿Qué coño llevas en ese tupper? ¿La mano incorrupta de Santa Teresa? ¡Me suda la pistola que sea con la que votas en el Congreso! ¡¡A cuatro patas, hostias!! ¡Todos mirando a nuestra Meca, que es el Alcázar de Toledo! ¡Franco uak bar!


Y por seguir enredando,  la caricatura que le pinté hace dos años. "Mayor Oreja Mayor". Ya tenía entonces la misma cara de marcapáginas del Corán...