jueves, 10 de abril de 2014

LES REVENANTS (*) DE LA POLÍTICA


Gran parte de la culpa del actual atorramiento de la izquierda en este bendito país de mierda la tiene Felipe González y el patchwork que hizo en su día con el PSOE cosiendo tarjetas de crédito en un paisaje de pana y socialismo de feria. Ileso e impune tras los espantos de Filesa, Rumasa, Galerías Preciados (algun día conoceremos todos sus chanchullos con Carlos Andrés Pérez y Cisneros), OTAN no, pero sí, Concordato no, pero sí, Juan Guerra, el metro de Bogotá, Roldán, los chalets de su cuñado, el EXPOlio de Sevilla 92, y los crímenes de estado de los GAL, transido de luz todo él (y de Gas Natural), el encorvado amigo de los bonsais y de las piedras preciosas (puro Dickens) sigue sabiendo más que nadie del socialismo real (socialismo monárquico) y de la democracia transparente (donde las alcantarillas, los señores X y los fondos reservados), y a mí me produce una sensación entreverada de asco y estupor como cuando te llega el profesor borracho a clase, acabado y prepotente a la vez, con frases redondas sobre el destino de Europa como los cheetos con que acompaña su cubata mental. Sentencias de gorila de cuento. Verdades resplandecientes sobre macroeconomía como si se hubiera comido una ración de Schumpeter ibérico en una taberna de Sevilla y estuviera destilando sentencias de un Séneca Comisario Europeo en un flamenco muy educado, como los fandangos de un logopeda. Sin acritud. Y me da muchito coraje. Por cómo destrozó al partido comunista y por cómo ha dejado al PSOE de hoy en día, que parece un campamento de verano de la falange de Pablo Iglesias, toda la piscina llena de latas de cerveza Alhambra, y en la hoguera del campamento Susana Díaz contándole a las juventudes el cuento de terror de una mujer rojisima saltándose la lista de espera para darles casa a los desahuciados de la Corrala Utopía... El de arriba, sin parar de pontificar en los medios y dentro de sí mismo, como en una pagoda, el responsable en gran parte de que aquí la izquierda sea de chichinabo y el nabo de sólo la puntita... Un cantautor pesado y sin guitarra (Johnny Felipe Cash) que sigue dando la matraca en la boda... Cuando esto es un puto entierro... Al Museo de Cera con él, pero sin hacerle la figura. Le enseñas un billete de quinientos euros y se cuaja él solito.

(*) Les Revenants, "Los Regresados" (más o menos): una magnífica serie francesa sobre muertos que resucitan y a unos familiares les parece bien y a otros no, oye...