viernes, 15 de marzo de 2013

ASÍ EN EL CIELO COMO EN LA TIERRA, CHE


Pasada la primera racha de chistes fáciles sobre el Papa Francisco, llega la segunda oleada, la del periodismo rápido (del mismo género que los chistes fáciles), con sus cotilleos, anécdotas, curiosidades y "yo lo conocí cuando no era nadie" y "a mí me invitó una vez a una caña, santo varón". Y paso. Ya voy teniendo una edad y mis simpatías cada día son más caras. El relevo de un reprimido nazi en la jefatura por un humilde aficionado al fútbol no deja de ser un acto de travestismo para "salidos" de la fe. Boato con moviola. Cuando les conviene. Son símbolos, dicen. Señales de renovación. El viaje del intelectual anterior para compartir silogismos con los jóvenes en España nos costó 70 millones de euros. Dicen del argentino que viaja en metro. Hagamos la media entonces, simbólicamente también. Es la Iglesia Cristiana, amigo. No estamos hablando de ningún aprendiz. "Al menos reconoce que están mostrando su lado humano..." En el lado humano de la religión cristiana cuando no veo a un tío crucificado injustamente, veo a otro mandando a una mujer a la hoguera o a un viejo enfermo sobando a un niño. "Pero parece que ahora sí quieren hacer limpieza..." Me lo creeré cuando el nuevo jefe se presente en una comisaría de Roma (fuera del Vaticano), abra su ordenador portátil y le diga al policía de guardia: "Quiero hacer...   376.875 denuncias por violación, soborno, acoso, chantaje, robo, abuso de menores, coacción, estafa, apropiación indebida, fraude a la seguridad social...". Hasta ese Juicio de Nuremberg imparcial a toda la cúpula eclesiástica no me creo nada. Mientras tanto, oír hablar de papas, cardenales, jesuitas y cristos benditos va a seguir enervándome. A no ser que sea Woody Allen el que me haga reír con un rabino. O los Monty Python con "La Vida de Brian". O el último genio que nos queda en el cine español. José Luis Cuerda. Esta semana ha sacado un librito de aforismos con muy buena pinta, "Si amaestras una cabra, llevas mucho adelantado". Qué ratos más buenos con su "Amanece que no es poco". Aquel alzamiento de hostia... El sacristán... La guardia civil secreta... Y me he acordado de la mejor película para pasar estos días sin que la iglesia se nos suba demasiado a las barbas. "Así en el Cielo como en la Tierra". Una deliciosa locura. Otra vez un guardia civil, Paco Rabal, haciendo de San Pedro. Y Ciges. Y lo bonito que podría ser todo. Con más humor.