miércoles, 18 de marzo de 2020

DIARIO DEL CORONAVIRUS EN ALGÚN LUGAR DE LAVAPIÉS (5º DÍA DE CUARENTENA)


Por si hay que tener una única canción en la cabeza para sobrellevar la cuarentena, que no veo por qué, propongo "Contamíname", de Pedro Guerra, en lugar de "Resistiré". Es igual de cursi, pero lleva retranca en el título, cosa que no tiene la versión ajardinada del Dúo Dinámico de los cojones con chalequito de punto.

Esta mañana a las doce cacerolada bien de ritmo a favor de que el Rey Emérito o su Heredero (el que pueda echar esa firma) done a la Sanidad Pública los cien millones de euros que ha trincado la Monarquía Privada. Hay otra cacerolada (ya veremos con qué ritmo) esta noche a las nueve, para cuando el Heredero esté dando su chapa televisada a la nación: a buenas horas, mangantes verdes.

Propuesta de enmienda si salimos con vida: mejores filtros para los juegos de palabras propios y ajenos.

Anoche tiré el petardo, para estupefacción y desconcierto de la madre del vecino de enfrente. ¿Navidad? ¿Ya llevamos tanto tiempo con esto? No importa. Esta mañana también preguntaba el motivo de la sorpresiva cacerolada antimonárquica. No sabía lo de los cien millones. Tampoco la convocó nadie en las redes sociales que no gasta la mujer, afortunadamente. Una virgen. Un respeto.

Mensaje de audio en wasap. Una cirujana joven y bastante creíble del Hospital de la Princesa pide cartas de ánimo para sus pacientes aislados y adjunta debajo una dirección de correo electrónico donde mandarlas. Le parece una buena iniciativa y a mí también. Sin embargo, bromeo también por wasap con algunos conocidos. Voy a escribirles una carta maravillosa, pero preguntándoles al final por la herencia. Seguro que les anima... Hoy se difundía el rumor de que la cirujana era la cabecilla sin escrúpulos de unos hackers malvados que querían hacerse con nuestros datos y robarnos el alma. Hace un ratito han desmentido el bulo. La cirujana parece que es auténtica y que los hackers no existen. Yo lo desmiento a mi vez: los hackers sí que existen, pero los auténticos no se prestarían a esa canallada. Me alegro de que la petición de cartas de afecto y apoyo sea cierta. Llevan recibidas más de 30.000. Muchas más cartas que relatitos cuando la SER convoca su concurso. La cirujana no especificaba si el relato podía ir con ilustraciones. Spoiler para feministas: yo soy un tío, pero a ese enfermo le mando una foto de una chica guapa y ligera de ropa y le adjunto un teléfono y un texto corto del tipo: "Para cuando te pongas bueno"... Y se vienen más arriba que con un cuento de García Márquez. ¿Y si el enfermo es una chica? La ilustración sería la de un chalet en pelotas. ¿Y si es una mujer madura? Un chalet con piscina. ¿Y si es una anciana? Un chalet con piscina y nietos caros.

¿Hay machistas en cuarentena? Los habrá, pero ya no pueden llegar borrachos del bar y pegarle a sus mujeres.

¿Hay feministas en cuarentena? Las habrá, pero enseñar las tetas escritas por los balcones no es lo mismo que enseñarlas en el Congreso con luz y taquígrafos. Se leen peor.

El presidente ha anunciado esta mañana que nos van a inyectar 200.000 millones de euros. Tengo miedo.

Parece que no llevamos bien la contabilidad de infectados en España. Otra vez la Caja B. ¿Quién se lo está llevando "muerto"? ¿Quién es el listo de las facturas falsas de toses y grados centígrados? Hasta ahora se ha hecho la vista gorda, cuando no la vista "asintomática".

Por seguir con los chanchullos alrededor del coronavirus, la Comunidad de Madrid (siempre me sonó a secta) ha llegado a un "acuerdo" con Telepizza y Rodilla para que atiendan las becas de comedor de los niños más necesitados. Antes, rompieron unilateralmente los contratos con las empresas que atendían los comedores, ahora cerrados. Quizá porque no trincaban nada de ahí. O muy poco. Así que me gustaría saber las condiciones del acuerdo con Telepizza y Rodilla, pero tiene toda la pinta de una mordida. Vale, son asuntos de comer. Aceptamos el término "mordida" en ese contexto. Lo chungo es que pizzas y rodillas a mí me connotan a mafia, no a una alimentación saludable para niños pobres.

Volviendo a las cosas "asintomáticas", antes de la cuarentena estuve intentando que Javi, un niño del barrio, dijera correctamente la palabreja "asintomático". No atinaba a decirla todo seguido, así que la partí en dos: primero "asintom" y luego "ático". Javi decía "asintom" perfectamente. Javi decía "ático" perfectamente. Y ahora todo junto, Javi. Y me dijo: "Wasinton". Capital de Estados Unidos. Javi tiene Síndrome de Down. ¿Y  qué? Ahora sois vosotros los machistas rancios, las feministas histéricas y todas las personas asintomáticas del mundo, que son las peores porque no las ves venir y luego te rompen el corazón. Eso antes de la cuarentena, que ahora no viene nadie. Cuando todo esto pase, como se acerque a mí un asintomático no sé lo que podría pasar... Pues como siempre y como con todo. Hablando de comer: ahora mismo me gustaría ser niño pobre y que me malnutrieran con una familiar de champis, jamón york y cebolla. Digo "familiar" y se me saltan las lágrimas, así que lo dejo por hoy.