lunes, 30 de diciembre de 2013

PÉGATE UN VOLTIO... O SESENTAMIL.


Ya que estamos volviendo al pasado de una forma imparable, retomemos alguna expresión demodé para que el salto espacio-temporal (Las Hurdes, Tierra sin Pan, 1933) vaya acompañado de su postal léxica y que los presidentes de las eléctricas puedan "pegarse un voltio". Se piren. Se abran. Hagan mutis por el foro. Hagan futis por el moro. Y nos dejen en paz con su déficit tarifario, sus subastas amañadas y sus maneras de chulos de putas con sus chulos de putas becarios en el gobierno, las centrales nucleares como putas en cada esquina del país y las renovables secuestradas, a dedo amputado por cada panel solar que se le ocurra poner a cualquier vecino sin su permiso... Ese pacto entre rufianes para garantizarse el robo de cientos de millones de euros a repartir entre sus accionistas, presidentes y ministros anfibios (gobierno / empresa privada) no es un juramento secreto ni un contrato firmado en los sótanos del Vaticano. Cuando lees tu factura de la luz estás leyendo la caligrafía de la mafia de la bombilla, su extorsión a las claras (220 v.) y la complicidad del gobierno en papel legal: "Su mordida de este mes, gracias". Una mafia impune y con todos los ingredientes de la mejor película de género: chantajes, subastas, coacciones, omertá, y asesinatos. Dos millones y medio de hogares con la luz cortada. Invierno. Frío. Ancianos helados. Niños enfermos. Dolor. Angustia. Muertos. Así lo quieren nuestros accionistas, así lo queremos nosotros, y así lo quieren nuestros empleados del gobierno. Pero el presidente de Iberdrola, arriba, Ignacio Sánchez Galán, dice que a él también le preocupa la subida de la luz. Descojonándose, lo dijo. Ja, ja, ja, el presidente... Nosotros en las Hurdes de Buñuel, y él, simpático. Divertido. Partiéndose la caja con las cosas de los pobres. Pégate un voltio, colega. O sesenta mil. De mecha corta te los daba yo. Que del cortocircuito en el que te frías con tu propia mercancía se produzca un apagón hasta el Siglo de las Luces. El XVIII. Y que los de las casas a oscuras volvamos a barajar. Lo de la separación de poderes. Montesquieu, Voltaire, Robespierre, la guillotina, la monarquía, los Rothschild y la puta cepa de la que salís todos los de vuestra casta. Con nuestras pocas luces.