lunes, 21 de noviembre de 2011

LA ESCOLOPENDRA NACIONAL

-Las elecciones las ha ganado la derecha más rancia, prepotente y estúpida, entre otras cosas porque no hay otra derecha en este país.

-El electorado no ha votado a favor de un partido, sino en contra de otro, entre otras cosas porque no había nada a favor de lo que votar en el partido que ha ganado por inercia.

-La gente ha expresado en un papelito llamado "voto" que está enfadada, entre otras cosas porque la gente está demasiado apoltronada para expresar ese enfado de una manera más explícita. Si a la gente se le hubiera dado la opción de expresar su enfado haciendo gárgaras en su balcón, rascándose la oreja debajo de la cama o diciendo tres veces la palabra "chundarata" mirando al sur, también lo habría hecho de mil amores: mientras que no haya que jugarse el pellejo, oiga, lo que manden...

-Una de las ventajas de la Democracia, como se sospechaba, es la de promover y alentar el cambio cada tanto tiempo (cuatro años parece el lapso idóneo) ya sea por cambiar el careto del líder, ya sea por cambiar el logotipo del gimnasio del líder, pero para que todo siga igual, como reza el famoso aforismo del Corte Inglés. Los banqueros se parten de risa con esta ventaja del menos malo de los sistemas.

-El pánico que han suscitado en el pueblo las bravuconadas, amenazas y zarpazos reales del capitalismo devorador ha paralizado y transformado al españolito de a pie en una criatura histérica capaz de abjurar de derechos irrenunciables y de aplazar sus más sagradas libertades a cambio de la intervención munífica y milagrosa de un prócer/partido que le defienda del monstruo en un porfaplís: haga usted algo. Un salvapatrias. El fontanero de coyuntura que comienza por la cocina y acaba poniendo patas arriba toda la casa para que la gotera deje de molestarnos, por nuestro bien. Un fontanero que ahora es el cabeza de famlia. Un fontanero dictador okupa. Un dictador y su caja de herramientas liberales, a la postre el sistema opresor, vampírico y paternalista que hará de este pobre país nuestro un muñequito del Capital más reaccionario, como fue la consigna que le dieron cuando nos provocaron la sensación "gotera", ni siquiera una gotera de verdad, y le dijeron "hágase unas tarjetas de reparaciones 24 horas y luego se presenta". A las elecciones como a la puerta de casa. Ding dong. España, muñequito de las corporaciones y de las agencias de ratings. Exactamente el muñeco roto del coro de ventrílocuos en que a partir de hoy mismo se van a convertir los Mercados en lo que a nosotros respecta (va a dar gusto escucharnos decir sandeces, pedir perdones y cantar la Traviata con dos docenas de manos metidas en el culo y otras tantas en el bolsillo), mientras Rajoy se apresura a coger un avión presidencial para besarle contranatura la papada a la Merkel; contranatura no por la papada de la alemana, sino por lo de Rajoy.

-Y que por colocar los telefonillos de unos porteros automáticos para unas urbanizaciones que estamos haciendo, me da a mí la impresión de que a la dignidad de nuestra política interior (que ya es toda exterior) le quedan un decreto ley a lo gordo y un discurso a la nación, de cainitas que somos. La escolopendra nacional. Zaca. Y a morir por Dios, la Patria y el Rey.

-Nuestros muertos to's, oiga, que diría Ciges.