viernes, 6 de diciembre de 2013

DE MANDELA Y DE NUESTROS LÍDERES MUNDIALES


Siempre es un buen día para abrir la mente, pero hoy no es un buen día para la libertad, ni simbólicamente ni de pan para el desayuno con la noticia de que ha muerto Nelson Mandela. Oiremos a multitud de sapos elogiando la música del negro bueno. Líderes mundiales. También a nuestros "líderes mundiales". De izquierdas y de derechas. Fernández Díaz le habría puesto una guirnalda de cuchillas a Mandela (aloha, puto negro), pero hoy hablará maravillas de él. Y Rajoy. Y Cospedal. Y De Guindos. Y Aznar... Pero habría que tener en cuenta un detalle. Un detalle histórico, digamos. El detalle que viene a significar que el referente ideológico y personal de nuestros sapos siempre fuera Margaret Thatcher, la Zorra de Hierro de las privatizaciones y el machaque a los trabajadores. Esa mujerona viril de derechas que consideraba a Nelson Mandela... un terrorista y a Pinochet un benefactor de la humanidad. Tal cual. Insisto en el detalle. A estos les pone todavía el cardado de la Thatcher por encima del pelo afro de Mandela. Su referente para la economía y para el trato con el pueblo es esa laca de plomo. El dato que hay que tener presente cuando les estemos oyendo hablar bien de Mandela esta semana: QUE SIEMPRE LO CONSIDERARON UN TERRORISTA... Pero a lo que iba, que era a lo de abrir la mente y a lo del sombrero roto de arriba para que puedan entrar los rayos de la lucidez (en lo práctico, el diseño de una camiseta que regalo a los distinguidos lectores de este blog). Kiko Veneno. "Los Delincuentes". Esa canción que luego dio pie al grupo homónimo y a su música garrapatera... "Los Delincuentes", la movida, la verdad, la fe, la fusión, la ciencia fisión y la noshe... Una letra maravillosa de hace ya un porrón de años. Y aquí la dejo. Por la Constitución pisoteada y los otros delincuentes que nos gobiernan, los peligrosos de verdad, la mejor estampita de la crisis de estos días con el color sepia de aquellos versos canis que a mí sí me representan...

Me junto con toda clase de delincuentes 
A veces comen en frío y otras en caliente 
Roban todos los días dos coches 
Uno por la mañana y otro por la noche 
Me es muy familiar su ternura 
Y la facilidad con que divisan la basura 
Al final me buscan una ruina 
Y me venden como una lata de sardinas. 

Me son también conocidos los traficantes 
Los que llevan camino de doctores y los almirantes 
Llaman a las puertas de mi casa 
Vendedores de cadenas y también de alhajas 
Yo por mi parte miro por el agujero 
Pero alguien tapa el cristalito con el dedo 
mmm... reconocido sus huellas 
esta noche dormiré con Estrella. 

Se me han olvidado todas las oraciones 
Los lamentos de los curas y predicadores 
Me miro en el espejo por las mañanas 
Y me asombro de tener aún la misma cara 
Pregunto quién es aquí el más fuerte 
Me estiro las orejas y me cuento los dientes 
En los carteles van los importantes 
Este carro sólo lleva comediantes. 

Me quiero asegurar 
Que mi sombrero está bien roto y así los rayos 
Pueden entrar en mi cabeza. 
Te quiero conquistar 
Con el suave viento gratis y fresco 
De mi abanico de cristal.