martes, 10 de mayo de 2011

QUÉ NIVEL, MARIBEL





Si ya en sus habituales manifestaciones en público (demagogia, mangoneo, rebuznos, puñaladas, infamias, corrupción y manejo del ventilador de mierda) demuestran que son la hez de la sociedad, en estos días de campaña alcanzan unas cotas de inmundicia que un coprófago calificaría de exquisitas. La oratoria de un quinqui del Corte Inglés y las maneras de una gitana leyéndote la mano a gritos. Lo decía Bernard Shaw: a los políticos y a los pañales hay que cambiarlos con frecuencia, y por las mismas razones. Lamento no ser tan fino con este atajo de cerdos embadurnados de estiércol que nos está apestando la primavera. Nuestra "clase política". Ese penoso eufemismo.