lunes, 24 de septiembre de 2018

LA JUSTICIA DE LOS NIÑOS


De pequeños arreglábamos el mundo pintándole bigotes a la gente que nos caía mal, ya fueran señores o señoras. Hacía falta valor y que no te vieran, pero si te atrevías, la sensación de victoria con la que escapabas de la escena del crimen era gloriosa. Le habías dado su merecido a los malos y se había hecho justicia... En esa nostalgia creo que andaba el que le pintó un bigote con boli azul al retrato de la de arriba en el ayuntamiento de Alicante. Sonia Castedo. Si no lo hace un niño, la prenda lerenda no paga por sus delitos ni para atrás. Así que yo también me apunto. Hala, condenada por mala... El cuadro del ayuntamiento parece que lo están restaurando sus esbirros. Mi pintada va a seguir ahí por más tiempo... ¿Que le han pintado un bigote? Eso es que se ha portado mal. Impepinable.