miércoles, 10 de marzo de 2010

IMAGINA QUE COMES Y PUNTO

DE RATONES Y HOMBRES

Ya que pinté un gato, ahora pinto un ratón... Era miércoles y sin embargo temprano. De todas maneras, el ratón. Uno de los que te venden para dar de comer a las serpientes en las tiendas de animales. Tengo un amigo que se compró una pitón hace poco. Es mago. ¿Qué le doy de comer? Ratones y ratas. ¿Vivas? A la serpiente le gustan más así, pero también tenemos género congelado. Mejor. Cada semana mi amigo descongela una rata grande para su serpiente. Un día sus hijos quisieron ver cómo se zampaba un ratón vivo (divina infancia). Mi amigo transigió, pero con la condición de no verlo. Al parecer, la pitón se limitó a abrir la boca enormemente ante el animalito y retirarse a un rincón de su terrario. Inmediatamente, el ratoncito se quedó dormido. Qué coños. ¡Le había dado un infarto! Tal cual. Metáforas aparte, últimamente la de gente que intenta darme un infarto abriéndome la bocaza así. Por ahora no "me quedo dormido", pero cualquier día lo consiguen, los hijos de puta, en metáfora y los otros. Por lo menos ahora sé que es la técnica de las serpientes con su futura comida. Encima faltando, los cabrones. Me voy al médico. Está usted fatal de corazón. Es que me han abierto una bocaza de mierda a un centímetro de mi cara. Entonces normal. Aguante. Tómese estas pastillas de Henry Miller, estas de Onetti, y una cucharadita de jarabe Monty Python antes de acostarse. ¿Python? Una mancha de mora con otra se quita, chavalote.

LOWON OPPENHEIMER


Todo el mundo sabe que el motor eterno se compone someramente de gato y tostada untada de mantequilla (véase Fig.1), y se basa en el sencillo principio de que un gato lanzado al aire siempre intentará caer de pie (por naturaleza) y de que una tostada lanzada igualmente al aire siempre intentará caer por el lado de la mantequilla (por maldad; véase Principio de Peter). Unidos ambos, a ese vórtice levitante a unos treinta centímetros del suelo se le conoce como la Dinamo Joder Joder Joder. ¿Algún uso práctico? Por supuesto. Basta con meterle luego al gato un cable por el culo y aprovechar la energía cinética resultante (véase Molinos de Viento). Ahora bien, habida cuenta de la reciente sucesión de nevadas y terremotos por el mundo (Cataluña también pertenece al mundo, aunque ellos lo nieguen), esta conocida ley física -principio fundamental de la Dinamo Joder Joder Joder- también es aplicable al dominio de los pueblos y la manipulación de las masas por los políticos. ¿Cómo? Bastaría con provocar artificial y simultáneamente un terremoto y una nevada. ¿Y esto? Cosas peores se han visto en periodo electoral y tampoco han de salvarse de ello científicos comprados, si hasta hay médicos, obispos y jueces que se venden. ¿Una nevada y un terremoto a la vez? Nos explicamos. Si con los terremotos la ciudadanía huye despavorida de sus casas hacia la calle y con las nevadas la ciudadanía huye despavorida de la calle hacia sus casas... ¡Ahí tenemos de nuevo el vórtice levitante! Con el Terrevada o con la Nevamoto (ya se pronunciaría la Academia con sus disquisiciones sobre el género), millones de ciudadanos flotarían literalmente entre sus casas y la calle, estupefactos, confusos, nevados, estremecidos, sin suelo bajo sus pies, desasistidos, influenciables... El estado ideal para que los políticos nos metan un cable por el culo y a ver qué pasa. No sería peor que lo de ahora.