sábado, 19 de marzo de 2011

LA VERDADERA HISTORIA DE GARBANCITO

Lucro cesante, especulación con alimentos, desorientación a causa de las drogas... Esa es la historia que yo tenía en mente cuando pensaba en Garbancito, el niño que para recordar el camino de vuelta a casa por el bosque iba arrojando garbanzos tras de sí. Y una mierda. El cuento verdadero es catalán (Patufet) y es la historia de un acondroplásico que se cae dentro de una col y se lo come un buey. Ni lucro cesante por no vender los garbanzos, ni especulación con alimentos por deshacerse del stock, ni desorientación por drogas (iba a por bayas guais). El cuento mío terminaba fatal, el niño perdía sus pistas (los pájaros canallas se zamparon sus garbanzos) y un ogro se lo comió ensartado en una navaja de Albacete. En la ilustración, el comienzo del fatal desenlace del mío y que los catalanes salven al suyo como puedan. Y espérate que el mío no sea... Pulgarcito. La leche, qué despiste.