jueves, 9 de marzo de 2017

LOS CUATRO DE LA RADIOGRAFÍA VOGUE


Echániz, Lamela, Lasquetty  y Güemes. Falta Esperanza Aguirre, claro, pero estos cuatro fueron los obradores de confitería de la tarta hospitalaria en Madrid. Lo que parece que ha descubierto un juez ahora es que el dinero de las privatizaciones no iba destinado a mejorar el servicio sanitario, sino a mejorar los catering del PP, y sus chalets, y sus mítines, y sus cochazos, y su puta Caja B. De los individuos de arriba, sólo Echániz sigue en la "casa grande", en Castilla-La Mancha, con Mariloli. Los otros ya están a sus cosas privadas de siempre, puerta giratoria mediante, casualmente en maravillosas poltronas de grupos dedicados al negocio de la Muerte y de la Aspirina. De modo que estoy en disposición de jugarme un botijo de oro al que quiera apostarlo si en las próximas semanas estos cuatro de arriba no están en todos los cantares, como hace unos cuatro años estuvieron todos piando en este bendito blog de mierda. No sé cuál es la cifra de muertos a causa del desmantelamiento de la sanidad pública que perpetraron los Cuatro de la Radiografía Vogue (alguien debería ponerse a ello inmediatamente: listas de espera, derivas, "copagos", personal insuficiente, etc), pero un año de cárcel por cada uno es mucho menos de lo que se paga por asesinato con alevosía. "Alevosía": cautela pa' que no te pillen.