domingo, 18 de mayo de 2014

MIRA LA BOLITA (2)

(Pepe Mújica)

...Los de Arriba de siempre. Los Top One de la Real Politik, trinque as usual. Abogados vicecondes y condes viceabogados, megapolíticos hablando inglés de montería con la jet de Wall Street Seseña y chapurreando el Financial Times inter paellas, un yate de menos de dos cubiertas me parece poca cosa, aunque me cueste una huelga general, como decía el presidente consorte de la Merkel, un tal Mariano... Contra el pueblo. Sin el pueblo. Que se manifiesten, los ilusos, que no nos llegan sus gritos hasta aquí, en Suiza. Que se desgañiten en Madrid, el rompeolas de todas las Españas, y que vengan mareas de colores, que Walt Disney era fascista y aquí estamos con la goma de borrar de la nueva ley de Seguridad Ciudadana. Será por antidisturbios. Será por vigilantes jurados con su nuevo rango de almirantes de la calle serena. Sacad más tanquetas. Llenad de cuchillas la frontera de Melilla, pero que sólo rajen a los que no tengan dinero. Compremos una tanqueta con un cañón de agua a mala hostia, pero decid que no es contra las personas. Abrid unas cuantas cabezas, pero que tampoco sean cabezas de personas. Que sean cabezas de antisistema. A los que salgan del cine también, que estamos en crisis. Qué es eso de divertirse. Merde du gent. Mariscales franceses a caballo en sus coches fúnebres blindados. Merdellones. Mariscales hispano-suizos, como sus propios coches para llevar la pasta. Con entorchados o con maletín de ministro. En avión oficial o de romería... Viva la Virgen del Rocío. Viva Santa Teresa. ¿La de la mano incorrupta? La de no meter la mano en la caja, que a la corrupta ya nos encargamos nosotros de adorarla. Y dorarla... Esa chulería de bandidos con un plan, una comisión, una nocturnidad, un decreto ley en la Serranía de Ronda. Bandido, que viene de banda. Bandidos de las bandas rivales en que han degenerado (¿progresado?) los dos partidos mayoritarios. Bandidos con consignas, musiquita, programa oculto y toda la parafernalia legaloide. Bandidos a por la gente, a modernizarles esos derechos tan viejunos que algunos llamaban adquiridos y que se tunean en un pis pas en cualquier taller jurídico-fascista por esas Cuevas de Sierra Morena, pisotea con garbo, y bandidos a por esos ahorros de toda una vida desde los bancos cómplices y sus emboscadas preferentes, las favoritas de los que gastan patillas de cuello blanco y trabuco de postas en forma letra pequeña. A por la gente previamente dividida y desconcertada, el target perfecto para un disparo nocturno en los recovecos del B.O.E.: el parado sin prestación que mira al funcionario al que le han rebajado el sueldo y aumentado las horas que mira al jubilado sin medicinas que mira al maestro desquiciado y empobrecido que mira al sidoso terminal ecuatoriano que mira al paralítico al que ya no recoge del suelo la asistente social que acaba de perder la ayuda para los libros del niño que acaba de quedarse sin beca de comedor en el colegio y tiene que ir al rancho de la beneficencia donde se encuentra con el parado sin prestación que deja de mirar al funcionario y contempla, desde la altura de su miseria, a lo grande, el silencioso magnicidio de la Democracia en su país, veneno a veneno, recorte a recorte, marea tras marea, justo después de las elecciones en las que indiferentemente votó a la derecha, votó a la izquierda, y que ahora sólo sirven para que esa clase política inmunda y con patillas de bandolero hasta en el alma pueda llamar bala perdida a lo que está siendo un fusilamiento en masa, pueda llamar objetivo de déficit a la masacre parlamentaria de todas las libertades alcanzadas desde el 78, pueda llamar estabilidad presupuestaria a la canibalización (con dientes belgas prestados) de todo el bienestar social conseguido en España desde la muerte de Franco... 

(continuará...)

MIRA LA BOLITA (1)


(Poch)


Woody Allen decía que no tenía nada personal contra Wagner, pero que cada vez que escuchaba su música le entraban ganas de invadir Polonia. Salvando las distancias (con Woody Allen y con Polonia, a 3.000 kilómetros de Lavapiés), a mí me ocurre algo parecido con la musiquilla de campaña del Partido Popular. Sin un tanque a mano, me entran ganas de quitarle la silla de ruedas a un inválido, escupirle en la cara a una maestra jubilada, dispararle pelotas de goma a un emigrante a punto de ahogarse y arrancarle la cabeza a un pollito para que no viva por encima de sus posibilidades... ¿Con el jingle de campaña del PSOE no me pasa lo mismo? Cuando recuperen la autoestima y se atrevan a hacer que suene de nuevo esa música analizaré mis reacciones, aunque sólo con recordar el tarareo ya me estoy viendo en un coche negro tamaño latifundio y con un millón de euros para pulirlos en langostinos, saraos flamencos y cocaína... De acuerdo. Debería hacérmelo mirar, pero hoy por hoy es el estado mental que me provoca nuestra clase política de políticos sin clase, políticos corruptos, políticos mentirosos, políticos incapaces, políticos odiosos y políticos malnacidos, de esos concebidos con malformaciones democráticas del tipo espina bífida en forma de ganzúa para abrir las arcas públicas... Un estado mental que no puedo evitar viviendo donde vivo y estando al tanto de sus tejemanejes a diario. Porque más allá de cualquier metáfora o insulto, más acá de cualquier apreciación objetiva (si hay alguien capaz de eso), y sin la salvedad de mingafría de pensar que alguno bueno habrá (si lo hay, que se separe, abomine de su ralea, de su casta, pida perdón, y estudiaremos el caso), este es el estado mental del tipo picudo que me provoca la estofa de políticos que nos ha traído hasta aquí, la mala hostia también picuda y de diagnóstico psiquiátrico que me provoca esta gentuza que en la calle no podría conseguir “un trabajo de verdad”, como diría mi abuela. Esta vociferante y tan cercana conga de parásitos encorbatados a los que la crisis mundial ha destapado las vergüenzas y oreado las cascarrias. La patulea de consentidos, inútiles, bandidos y abrazasotanas que tenemos llenando (y vaciando) el Parlamento. Vale que me despacho a gusto, pero son ellos y sólo ellos los que nos han orillado a este basural de la cara B de Europa con sus mentiras, sus patéticas luchas de poder y su cobardía. ¿O es que fueron las malvadas agencias de calificación las que nos obligan a negar la asistencia sanitaria a los inmigrantes sin papeles? ¿Es el Banco Central Europeo el que de motu propio les quita las becas de comedor a los niños sin posibles? ¿Son los cenaoscuras de Bruselas los que están desahuciando a los parados? ¿Fueron de verdad las primas de riesgo las que hoy en día están abandonando a los impedidos para que agonicen a solas en sus casas? ¿Sinceramente están siendo los pobres griegos los instigadores de que ya sólo puedan estudiar en la universidad los niños de papá? ¿Son realmente los siniestros vampiros capitalistas del cuento los que quieren privatizar la sanidad pública, los que van a llenar las casas de los pobres de fetos malformados, dolientes y moribundos, y los que han acabado con el trabajo en este país? Me temo que no. Son ellos. Los responsables son los servidores de la cosa pública. Los culpables son los políticos de nuestras peores arcadas. Por oportunistas, por codiciosos, por cobardía, a traición, y con una excusa: el tocomocho de la crisis financiera que han aprovechado todos los timadores que se dedican a la política y todos los políticos que se dedican al timo para dar un golpe de estado en este país. De ser valientes, robarían a las claras: las pelas para mi señor feudal, so súbdito; las pelas para mi chalet nuevo, so pringado. Pero siendo cobardes, como son, el oficio es el timo y la estafa. ¿Y dónde está la estampita? ¿Dónde estuvo? En el voto que les dimos en el año 2011, por si hay que explicarlo con manzanas. El voto estampita con el que los timadores han dado el clamoroso golpe de estado con el que soñaría una secta de dictadores bananeros borrachos. Y si esto no fuera ya de por sí una vergüenza nacional (tanto dictador bananero borracho y timador en el hemiciclo, y alguna hija de su padre gritando que se jodan los parados), es aún peor que sean timadores con ideología y legitimados democráticamente por nosotros mismos, esto es, con licencia institucional para joderte vivo: date por representado, canelo. Siglas más, siglas menos, caretas por dentro o por fuera, carnet tatuado en el culo o plastificado en la cartera, foto aérea del cocodrilo de Lacoste, partido por detrás o por delante, perdone que le dé la espalda, señor sodomita por mi bien, la democrática panda de populares estafadores, trileros fascistas, banqueros devotos, periodistas sicarios, jueces marionetas y ladrones jurados que componen la casta dominante que actualmente nos gobierna, confunde, explota y amedrenta. Los de Arriba. El Totum Revolutum que ha arrasado España en tres años con la misma banda sonora y la misma cantinela, esto es, el Single de la Crisis, el pelotazo de los cuarenta ladrones: “Mira la bolita”. Look at the bolita, en Bruselas. Y en todas las radios, televisiones y periódicos horrísonos. Adiós a la Sanidad Pública, mira la bolita. Adiós a los Derechos Laborales, mira la bolita. Adiós a la Enseñanza Pública, mira la bolita. Adiós a una Jubilación Digna, mira la bolita. Adiós a las Prestaciones por Desempleo, mira la bolita. Adiós a la Libertad de Expresión, a la Emancipación de la Mujer, a la Justicia Universal y a los Derechos Humanos en Ceuta, mira la bolita que flota... Y, por supuesto, adiós a la Democracia Real, mira la bolita mientras haces los cinco lobitos... Por Europa, mira la puta bolita, chaval. Por tu país, quédate sin trabajo, sin ilusiones y sin futuro, pero no dejes de mirar la bolita hipnótica de tus amigos en el Congreso, que estamos en CRISIS y lo-sa-bes... Con la rancia actitud prepotente que siempre han gastado los de Arriba en este bendito país de mierda, ahora con los cartones de trilero entre los leones de las Cortes, que a lo mejor hasta el rey se ofrece a hacerles de gancho: cómo me llena de orgullo y satisfacción mirar la bolita a mí también aunque barriten en la distancia... 
(continuará...)