EL MAXIFINGER DE LOS FACHAS

 

De la portada de Retina (El País), algo sobre los fachas y su expansión "manu interneteri" para comerle el tarro a la juventud. Que los hay, que lo son y que dan mucho asco, como cada vez que pasaba por el enlace y veía al pamplinas de la ilustración. Asco y un poquito de desasosiego. El asco, evidente, pero el desasosiego, la grima, no me la acababa de explicar... ¿Por qué me daba esa grima? Hasta que me fijé bien y ahí estaba. Ahí estaban los SEIS DEDOS (y hasta un séptimo escondido) en la mano izquierda del Fachatuber casado... Inmediatamente amplié y abrí texto. El superávit de dedos seguía allí. Lo que no había era ninguna explicación en el artículo. Extra de dedos por la cara. Un horror estético y un horror anti natura. Si lo que querían era provocar el interés de la gente, lo han conseguido. Unos "artistas". ¿Algún mensaje secreto para dominar el mundo? ¿La señal de la prepotencia de los fachas? ¿El advenimiento del Maxifinger?

ÉPOCA DE RESURRECCIONES

Me ha vuelto a suceder un percance informático. Por calificarlo en términos suaves, ha sido un percance... Del copón. A la porra el disco duro y con él a la porra el programa de diseño. Azares benditos han conservado novelas, películas y archivos viejos. No todos, lo sé, pero la memoria es piadosa y, por ahora, la falta de recuerdos hace de ausencia de la ausencia mayor que vendrá y que me va a arrasar lo andado hasta aquí. Lo que he escrito y no está, lo que he pintado y tampoco. Lo que está olvidado y que algún día me va a pegar un castañazo en la cabeza con su recuerdo. Podría quemar ordenadores de aquí a Sillicon Valley, encontrar a Bill Gales en un búnker y meterle un macrochip por el culo, hola, he venido a salvarte, hasta que cante la Campanera del niño cantor, pero también me he quedado sin mechero bueno. He revisado con melancolía los archivos de Mi Corel, siempre fiel de portátil en portátil, salvando el pellejo, y me he encontrado con estos acercamientos a una alcachofa de arriba. Estamos en época de resurrecciones.

EL MAR, EL MAR, EL MAR...

Anoche en "El Intermedio" me refrescaron la memoria con las tropelías cometidas en su trayectoria "política" por el individuo de arriba, Miguel Ángel Rodríguez, esbirro del PP especializado en toxicología y violencia mediática. Mentiras, manipulaciones, amenazas y chulerías que habrían dejado cualquier currículum embarrado de por vida, pero que a Díaz Ayuso le parecieron preciosos atributos para tenerlo como al mejor jefe de gabinete del mundo y dejarse asesorar por su mente brillante. Depende de lo que quieras hacer con tu carrera, claro. Para infiltrarse en los medios, subvertir éticas y hasta puede que para influir en resultados electorales extorsionando gente, el mismo Putin lo habría descartado en una primera entrevista de trabajo, "no me jodas con este tío, que canta a la legua". Sin embargo, por chabacano, perturbado y amoral, Díaz Ayuso le consulta con qué mano tiene que rascarse el chichi para inquietar a la izquierda o qué tipo de pedo difundir en rueda de prensa por las mañanas, audible, sonoro o entrambos con sonrisa de psicópata y ojos de desequilibrada con idea fija... Pero como hoy es el Día del Padre, su puta madre con todo, que llevo mucho tiempo desatendiendo este blog y me apetece tomármelo todo más a la ligera. Y con chufla. Para descojonarse del tiparraco de arriba, nada mejor que este buen rollo con el MAR y Manel