jueves, 3 de noviembre de 2011

ISABELITA DONOSTIA, RESEÑA DEL ANTICUARIO

Isabel S.S. goza de una hidrocefalia de agua con limón y la falta de pestañas de un descarte de maniquí. Por otra parte, como cualquier cachivache arrumbado. El mueble inmovilista de anticuario al que sus amigos barnizan todos los días y corren a ponerlo en la tele o en la radio donde más destaque, que es siempre al lado de un señor de izquierdas o, sencillamente, inteligente, presencia que tiene la virtud de endurecerle el ceño en cartón piedra y sacar de ella lo mejorcito de su cerebro de rueda dentada con dientes de leche del pleistoceno, porrom, porrom, ñic, ñic. Femenina de mirada fija, polaroid crema en 3D cuando no souvenir de taxidermista, tiene las convicciones ahí mismo, donde el cartón piedra, cuatro letras, empieza por "c" e incluye la "ñ"... ¿Vertical u horizontal? Horizontal. Entonces "cEño". Isabel S.S. tiene las convicciones en el ceño, de ahí que a la orografía de su sonrisa la sobrevuelen de continuo helicópteros de la guardia civil por si a la muchacha le pasa algo, hay que pagarle una dieta o subirle el estipendio para que se note que a las chicas decentes no las perturba cualquier verdad de mierda, por muy verdad que sea, si viene del lado de los rojos quemaiglesias. A Isabel S.S. le han hecho una minifalda de majorette a su medida para el desfile del 20-N. Hasta los tobillos y con sótano de gravilla, por si le sedimenta el órgano, que no suene clonc. Y joda la fiesta.