jueves, 19 de noviembre de 2009

EL ARTE EN TU LUGAR DE TRABAJO

Me refiero a esos cuadros espantosos que hay por esos edificios de Dios y que parece que los ha pintado todos el mismo mono con un rodillo. Arte industrial con que la mujer del jefe, la lista estilista con caniche, decora modernamente el infierno en el que han de trabajar los esclavos de su marido. He visto esos cuadros horrendos en despachos, pasillos, oficinas, salas de reunión, vestíbulos... Nadie tiene los huevos de poner la reproducción de un Monet, un jabalí huyendo en una montería o un puto bodegón con un conejo muerto. No. Para que todo sea moderno y guay, te pongo una mierda. Eso sí, abajo, consta que la puta pieza está en el puto museo de tal y de cual y que el artista de su puta madre es belga con estudios en Nueva York y postconceptual. Pues como yo, gilipollas. Va un cuadrito precioso para ampliar y colgar en cualquier lugar de trabajo que le eche cojones. ¿A que no?




Pues lo que yo decía.

ESTAMPADO PARA LA CAMISETA DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS

A la que no se arregle esto de mi trabajo, me pongo a estampar camisetas gilipollas y las vendo en el Rastro. Tengo más ideas y ya irán saliendo. Camisetas, sujetadores y tangas. Estos últimos los haré con un zoom del quinientos. Sí, la chica del medio ya ha estado antes y rosita en una especie de piscina. Ay, amigo, los filtros del Adobe. Y no. Todavía no he podido cambiar las puntas.

CELESTES BUENAS APARTE