lunes, 11 de enero de 2010

¡QUÉ BONITOS SON LOS ARRANQUES DE LAS NOVELAS NEGRAS!

Todo lo que tenía de bueno mi ciudad lo perdía con la nieve. Es cierto que también lo perdía sin nieve, pero eso es ya puestos a hablar mal de alguien. Aquella tarde no estaba para afinar gatos y, encima, había perdido el mechero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario