sábado, 27 de enero de 2007

300 de LAVAPIÉS (2)



Ana fotografiaba
Excavadoras en los solares
Al amanecer
El calcetín abandonado de algún obrero
La mondadura de su salario
Fotografiaba
Quería conseguir la polaroid de pan
Y un día se casó

Santiago tuvo un ataque de ansiedad
En un mostrador

No llevaba el dinero Para pagar lo que Había comprado
Pensaba que sí
Pero no

Desde entonces trabaja mucho

Cansado en la ventana
Ahora es un whisky de piel tibia
Un atardecer de verano en un pozo traicionero

Esa trampa para atardeceres de verano
Este whisky trampa
Caza-novias idas
Caza-amigos muertos
Sus aullidos de dolor
Y la sonrisa del trampero

A Juanma le hipnotizaba el sexo
Sin embargo un coño podía convertirlo
En una gallina
En un bebé orinado
Y se hizo homosexual
Para mantener la calma

En su tendedero se ven a veces
Unas babuchas negras


No puede ser bueno




Si das un salto lo suficientemente grande




Te vuelves extraterrestre
Si ganas mucho dinero
Eres feliz
Aunque la puerta de los colegios
Te atraiga en exceso


Rebeca, la visceral
Se casó prematura
Antonio, su marido
Se suicidó contra una niña

Una ley de la gravedad
Con sabor a limón
Para el adolescente
De la cornisa

O que alguien le enseñe el sendero



Fernando describió un círculo de tiza
En la pizarra
Dijo o dentro o fuera
No había nadie en la clase
Fuera, concluyó
Nunca se le ha vuelto a ver

El extraterrestre del salto
Le explica a los suyos
Que nuestro planeta
Está achatado por los polos
Y no le entienden

¿Qué es un polo achatado?

Fernando dijo fuera

Rebeca, la visceral
Hará este año el camino de Santiago
Dirá mojón Dirá ampolla Dirá la Virgen
En las cuestas arriba
Iluminada de orujo
Sobre sus botas de astronauta

Nadie pensará que blasfema
Escupiendo sus flemas

Su marido se suicidó
En el coño de una niña de dieciséis
Con sida

El viejo de Soria toma un sol distinto
El sol medular que achata los polos
No el que enrojece las sandías
Se mea en la silla de ruedas
Feliz de estar tetrapléjico




Adentrémonos

Mirad qué hermosura de altar
Nos han preparado los virus
Qué graciosas volutas dibuja la enfermedad
Salomónica
Los nuevos gases
Las dulces guerras

Lidia S. hizo el amor un sábado con alguien
Muerta, aún recuerda su olor

Ricardo B. hizo el amor un viernes con alguien
Muerto, todavía busca su teléfono



Una extremeña se monta en un avión ruso
Y muere en Turquía

Adentrémonos

Mirad qué locura de conjunto
Falda, camisa y profilaxis
Cubatas en vaso largo
Y los muertos prevenidos

Miradlos

Los bisnietos del cólera
En la pasarela de lengua
De una vaca muerta

Los glandes estuchados
Los sexos silenciosos
La culpa remota
Los monos en los laboratorios
Las batas blancas

El bigote de Lord Byron
Observado al microscopio

Los bisnietos de la peste
Los primogénitos del V.I.H.

Los que matan los siglos
Los que matan las siglas

Qué modernos

Porque volamos a Marte
Mandamos un cochecito a pilas
Con cámara de fotos

Llegamos a Marte

En la Luna había polvo
En Marte había hielo
En Júpiter habrá tabaco



Los misterios del combustible sólido
La patata superpotente
Para ir a Júpiter a por tabaco


Mientras todo es alarido
Aquí abajo
Buscando algo parecido a un escudo
Algo parecido a una lanza

Felisa le pidió a sus padres una moto
Guardó el póster del Ché Guevara
Y les pidió una moto a cambio

Se la compraron y se mató

Ahora sus padres odian al Ché
Y a todos los que miran al futuro
Con cara de cartel

Y las melenas
Y las estrellas
Y las barbas
Y el futuro



Regálale colchones a los chinos
Y será el fin del mundo, decía Sergio
Cuando los chinos dejen de follar
Incómodos
Se acabó

Sergio lo que regalaba mucho
Era el Libro Rojo de Mao
Hasta que lo hicieron fijo en la empresa

Taikun
Astronauta en chino

¿O era espacio?

¿Qué llevaba en las bolsas
El chino que detuvo la columna de tanques?

La matanza de Tiannamen
Ya está en videojuegos

El primer enfermo de A.I.D.S. diagnosticado
También tiene su calle en San Francisco

A Júpiter a por tabaco

Nelson era ecuatoriano
Ahora es sólo un borracho
Que echa de menos morirse
Y su hoja de coca

De vez en cuando le dan café
Pero no es lo mismo

La cocaína ha hecho muchos extraterrestres
Muchos astronautas
Todos piensan que llevan casco
Que Júpiter está bien

Lorenzo H. vendía mobiliario de oficina
Ergonomía laboral
Los domingos de madrugada
Se le podía ver subido a una farola
Como una paloma
Con el tiempo también se le llegó a ver
Un lunes
Y un martes
La cocaína era para soportar
Su frenético ritmo de trabajo

Perdió el ritmo
Perdió el trabajo

Cristóbal, que yo controlo,
Me decía, rechinando los dientes

Pero los niños se arrimaban a sus madres
Cuando lo veían en la calle




Ahora Lorenzo roba
Busca su caseta de perro por las noches

Los pequeños trenes
Ateridos
De madrugada
El temblor de los destinos
La raspa abisal del coñac bebido
Hacia ninguna parte otra vez

Esa leyenda del viajero
El sacrosanto y estúpido VIAJERO
En las estaciones catedralicias
Con su maleta y su SOMBRERO

La mística del de dientes el cepillo
De la chaqueta en el bolsillo

Sin percatarse del miedo
De los trenes pequeños
Antes de que se hagan grandes
Brutales

Y nos saquen de Esparta

Este verano que suda hielo de Marte
Espera las bombas



Adentrémonos

A Teresa le piden un psicotécnico
Tiene la inteligencia justa
Para que no la pille un coche
Pero le piden un psicotécnico
O la echarán del trabajo

Hoy se ha enterado de que Sócrates era mortal
Y de que la hierba es a la vaca
Lo que unos puntos suspensivos a una linterna

Volverá a planchar camisas a domicilio

A hacerle mamadas a los viejos

Júpiter cada vez más cerca

Todo a pagar en cómodas letras
En números hijos de puta

Mientras Pitágoras pueda ser
Un futbolista brasileño

Atocha una sacristía

Zona Cero una revista

A Teresa los talibanes
Le suenan a pasta italiana

Atacan los raviolis

Esas guarras que se lavan
Con la funda puesta

El fundamentalismo

Los extremistas
Cáceres y Badajoz

La pillará un coche
Como los puntos suspensivos a una linterna

Su amiga Margarita
Es coja de los dos pies
Por eso lo que la desnivela
Es el bastón
A veces el tinto

Que se metan el psicotrópico por el culo,
Le aconseja

Me gusta verlas llorar con las rancheras
Tan tarde y solas
Tan lejos de Júpiter

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