martes, 27 de junio de 2023

FIGURAS DE LA EDAD MEDIA EN LAS CORTES


No he querido pasar más tiempo que el necesario en la caricatura de arriba, Llanos Massó, troglodita de Vox recién nombrada presidenta de las Cortes Valencianas. No sé qué mano puede tener esa señora para hacer retroceder derechos en Levante, pero no apunta buenas maneras y parece que enseñorea un fascismo de lo más agresivo. No hay que juzgar a la gente por la pinta, ya lo sé, pero ya me dirás si no estoy opinando desde la misma caricatura, que es precisamente eso, juzgar a la gente por la pinta. Más estas alimañas de la Edad Media.

4 comentarios:

  1. Sí, Low... ¿Y cómo le queda el careto de su almita a cada valenciano que instaló a esa beldad pelín seborreica (¿o será mala leche del dibujante, que le apelmaza aposta la melena para que luzca de aquesta guisa tan poco favoratible?) en tan alta Presidencia? Porque del culto pueblo che es la culpa, que no del hirsuto cavernazgo de El Egido, De ese mismo pueblo que deja en el economato a la desamparada Mónica Oltra y en un cavilar dubitativo al sutil Héctor Illueca, sobre si abrazar los hábitos trapenses o simplemente franciscanos.
    Puto pueblo (cuota parte) que iba a encenderle las mejillas a Blasco Ibáñez si osara retornar... Se ve que la señora Barberá dejó tras su partida un efluvio irresistible hecho de nostalgia, Loewe y gasolina de circuito Fórmula One. Y que se añoran iniciativas que minen de esqueletos calatravos lo que queda de la huerta, narcotizado el criterio... entre naranjos.
    Y hay otros lupanares: pongamos que hablo de Madrid.
    Que nos vayan dando.

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    1. Iba yo a echar de menos a Góngora, pero afortunadamente estabas ahí, Fred, culterano mío... Pestilente la muchacha, e infame lo último con que desplantó espantosamente el homenaje a las víctimas de violencia de género. La misma cuerda que Rita Barberá, me temo. Pobres valencianos, no seas malo.

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  2. Equilicuå, Low!: culterano por lo mayor.
    Kazajo de nacimiento, aprendí el castellano por mejor saborear los sonetos de Garcilaso, pero ni por el forro. En el koljós, me animó a seguir intentándolo un minero asturiano que había tomado el olivo en el 34. Y me obsequió con un arrugado cuaderno con romances de Luis de Góngora (en los cuartos de aseo de los pozos mineros siempre hubo trasiego de buena poesía) Sigo sin entender del todo pero algo se me habrá pegado, cierto aroma.. .Dicen.
    Ahora estoy en lo de Wagner, cerca de Bielorrusia y, entre chupinazo y chupinazo ,sigo con lo don Luis.

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