IRÁ A MINGOFRÍO EL MINGAFRÍA, PERO PORQUE SOMOS BUENA GENTE

Bendito País de Mierda, otra vez. Ahora solo falta doblarle el brazo al juez fascista que queda y ponerse manos a la obra (con todos los permisos, manda cojones). Así que con la cruz también arrancaremos su bulbo podrido, lápida incluida. Ya veremos luego qué hacemos con esa infamia de hormigón, que los huesos de mi abuelo fusilado están en esas catacumbas y él no lo habría querido en absoluto. Sigo proponiendo que al dictador se le entierre al azar y en secreto en alguna de las miles de cunetas con muertos de la República sin desenterrar, por aquello de que sus millonarios familiares quieran localizar en algún momento los huesos de su difunto, como tantos hijos y nietos de republicanos masacrados y sepultados de cualquier manera. Para que prueben de su propia medicina de asesinos sin escrúpulos.