domingo, 7 de junio de 2015

EL ENTRENADOR SIMBÓLICO


Es una alegría ver contentos a los chavalines del Barça con la racha que está llevando este año el equipo de sus amores. Y más aún con las jugadas a la acuarela que le salen de vez en cuando a Messi, un verdadero espectáculo incluso para los que detestan el fútbol. Pero se me eriza de rabia el pelo austrohúngaro cuando veo a su entrenador simbólico celebrar los goles de sus jugadores... como un jugador más, claro. Porque otra cosa no es Luis Enrique, a mí entender. Literalmente, un entrenador en el banquillo al que el argentino chiquitín le dijo en su día: "Tú déjanos a nosotros y no estorbes". Y es lo que ha hecho hasta ahora. Dejarles jugar. Y celebrar sus goles como uno más. ¿Estrategia? Balones a Messi. ¿Táctica? Balones a Messi. Mientras los demás equipos dediquen cuatro jugadores a controlar a la "Pulga", el Barcelona siempre jugará 9 contra 6. Ah, y otra cosa más que le han pedido que haga Luis Enrique: cuando alguno de los compis se lesione, ¿viste? Hacé que uno de los que tienes sentados a tu lado lo sustituya, che... ¿Algo más? Bueno, las ruedas de prensa, pero ahí no hace falta que vos digás nada...

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