domingo, 7 de junio de 2015

"ARTE CALLEJERO" EN LAVAPIÉS


El grafiti de arriba no participaba de ninguna iniciativa solidaria o comercial, y ni siquiera sé si aún permanece en sus alturas de la calle Doctor Fourquet, pero es una muestra digna de arte callejero, con su aventura en blanco y negro, su estilo cuidado, y su pelín de intriga: por el personaje, por los huecos tarjeteros del muro (¿qué pondría ahí para que los hayan despejado con esa minuciosidad?) y por la ausencia de firma... Un pasatiempo cordial y anónimo que supera con mucho las aberraciones colectivas de "arte callejero" que se han generado recientemente en el barrio a tenor de cierta entente entre comercios y artistas, y de cuyo nombre ni siquiera me acuerdo. Calle o Libre o Arte Libre o Mi Puta Madre También Pinta... Con alfombrita roja delante del establecimiento y el artista "embelleciendo" su fachada en el muro o incluso en el escaparate. Salvando las producciones que se firmaron en los muros de "La Boca del Lobo" y del "Juan Raro" (personalísimas, inquietantes, artísticas...), todas las demás parecen tatuajes en un momento de borrachera -el tatuado y el tatuador- con la previsible consecuencia de bochorno al despertar, cargo de conciencia, cepillo y cubo con detergente. Eso cuando tenían fácil remedio, que hay casos, y ahí constan, en los que al tatuado se le ha quedado cara de gilipollas y un imborrable tatu en la frente: "Hamor de Madre". Vamos, que no ha sido Julio II quedando con Miguel Ángel para hablar de frescos. Y que con tanta multiculturalidad en el barrio se nos están colando los culturales y los multis una cosa mala, colega. 

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