sábado, 22 de junio de 2013

BALAS DE PLATA PARA UNO DE JAÉN


El Hombre Lobo de Úbeda es uno de los pocos que mantiene vivo el "viejo sacerdocio" de la literatura en España. Y también es guerrero. Nueva York le sienta bien a cualquier distancia. Por aquello de tener perspectiva. O inmunidad cosmopolita. Aparte de sus muchos aburridos entusiasmos en Babelia (un pintor, una galería, una referencia, un duermevela), tiene ahora en el mostrador un libro del que habla bien la gente que importa, así que no debe de ser malo: "Todo lo que era sólido". En cuanto lo saquen en vídeo lo leo. Antonio Muñoz Molina, ah... Cómo me acuerdo con alegría de su "Invierno en Lisboa", cuando aquí todo era verano con Almodóvar de reina de las fiestas y andaba Jesús Ferrero dando por saco con ese espanto de "Belver Yin". Del jienense, "Beatus Ille", "El Jinete Polaco"... ¿Por qué dejé de leerle? Supongo que por su cansino fraseo de salón, como haciendo malabares en una biblioteca: el mismo que me duerme y me hace imitarlo como a un tío con la boca llena de polvorones en sus arranques en Babelia, cuando lo engancho en el metro. Onetti y Faulkner, sus orígenes... Dice él. Vale, pero llevando el mismo camino que va de Henry Miller a Nacho Vidal... ¿No ibas a hablar bien de él? De acuerdo. Lo haré. El otro día lo vieron comiendo en el Ventorrillo Murciano con su Elvira. Buen gusto. Buen arroz. Literariamente es mucho más de lo que podría decir de Andrés Trapiello o de Boris Izaguirre, por ejemplo. Y eso, en cuanto que salga la versión para XBOX, "Todo lo que era sólido". Por algún ministerio están fundiendo balas de plata con su nombre, apellido, trayectoria, y si dejó de declarar alguna cosilla a Hacienda, un artículo para el Instituto Cervantes, alguna dieta suelta, un traje roto de sus muchas transformaciones licantrópicas en un museo americano... ¿Dan ayudas de dependencia para los del síndrome de Stendhal? Me lo estoy imaginando en el Ventorrillo contándole a su mujer la cosa que tenía Blasco Ibáñez con el arroz y con los jesuitas, Elvira. "¿Te vas a comer ese mejillón, Antonio?" Ah, los mejillones... Los belgas... Magritte era belga... "Y esto no es una pipa, que es una paella, Antonio, por Dios... ¿Te vas a comer ese mejillón?". 

2 comentarios:

  1. Todo cuanto se diga de mi paisano me interesa.
    Para nada se puede comparar con Trapiello y mucho menos con Boris.
    Antonio Muñoz Molina es un escritor en primera línea.
    Estoy deseando de hacerme con su última obra.
    Gracias, Lowon.

    Iba a decir que D. Antonio me pertenece en cierta forma, porque le hice mío desde El Jinete Polaco.
    Él es mi amigo del alma.

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  2. Era virgen cuando lo conocí y no creo que haya dejado de serlo.

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