jueves, 9 de mayo de 2013

DOWNLOAD LA INFANTA (DESCARGAR A LA INFANTA)


Desimputar a alguien debe de ser como desacusarle, o como desafearle, desculparle, desapresarle, desmantenerle y desaguantarle. Incargarla (descargarla) de todo cargo, en desresta. La Desaudiencia de Palma (la judicatura sorda balear) ha admitido por ello del recurso del Fiscal del Desestado contra la imputación de la infanta destonta (la casada con el desjugador de balomnano). Un desdolor (un alivio) para el des-pacho de abogados de Roca Junyent, el líder desespañol (catalán) que a estas alturas parecía despolitizado, pero no, que se le ve desrepublicano una cosa mala, por no decir monárquico del todo, y que con la desimputación acaba de encontrarse las puertas descerradas para la defensa de la desplebeya en el caso Noos. Y qué des-pacho el de Roca. Inodoros Buenavista (esa marca que es un sarcasmo) y oficinas hasta en Shangai. Lo que da de sí la política. Lo que da de sí la desvergüenza. Y el desaliento que provocan. La desafección. Desimputan a la imputada, pero a los desahuciados no los ahucian ni pa'trás. A los parados ya sabemos lo que les depara Rajoy y toda la atención que le merecen los dependientes se llama desatención. Ante cualquier cosa que se apruebe en el parlamento, la desaprobación de los ciudadanos. A la dicha de los bancos, la desdicha de la gente. Al interés de los políticos, el desinterés del pueblo. A la igualdad ante la ley, la legitimación de la desigualdad. Y cumpliendo los propósitos de Bruselas, este gobierno desnaturalizado, este despropósito de pais y esta desmocracia desmayada, siendo mayo el mes corriente. De acuerdo, sé que no estoy en mi juicio y que me falta inspiración. Todo me saca de quicio. Qué desilusión.

8 comentarios:

  1. Cuando nombraron a Roca para defenderla yo hice un post en el que decía que Roca era capaz de cambiar la mierda por agua limpia. Al acabar la "desimputación" acabaremos llamándola "Santa Cristina"(como una playa de A Coruña).
    Pero flaco favor le hacen a la corona, estan demostrando abiertamente en qué país vivimos...

    ResponderEliminar
  2. Si es que estaba claro,la desley es desigual para todos...
    Buen artículo,gracias por el humor...¿qué otra cosa podemos hacer contra todos estos desalmados?

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Te has des-superado en tu artículo. Eres el des-MEJOR.

    ResponderEliminar
  4. ¿Que te falta inspiración? ¡Caray! si no te llega a faltar...

    Mi "des" aportación:
    Des-tronar = sacar al gobierno de sus beligerantes troneras. Quitarle el mando al jefe supremo de los truenos armados y, ya puestos, el trono.

    ResponderEliminar
  5. Cuanto peor, mejor, Lob; cuanta más des-fachatez, más queda en evidencia la facha-tez (tez de facha: en los hombres, dicese del tegumento facial cetrino, generalmente acompañado de bigotillo recto y recortado y de pilosidades en la nuca que tienden al rizo en forma de cola de ganso macho (vease mi obra "Plumas caudales de las palmípedas en Castilla la Vieja"). Los fachatécicos acostumbran a llevar puestas, aún en los días nublados, gafas de sol tirando a negras. En las mujeres, es característico de la facha-tez ostentar livideces infra-orbitarias (vulgo ojeras), poner cara de asco ante los vendedores ambulantes sub-saharianos y llevar mantilla española en los saraos; en las grandes ocasiones, peineta de doble alza.
    Como seguramente me estoy pasando de tiempo, dejaré para otro día el que estimo eficaz antídoto de esa lacra.

    ResponderEliminar
  6. Yo también pienso que cuanto peor mejor.
    Flaco favor le han hecho a la monarquía los que la des-imputaron.
    La monarquía es un anacronismo.
    Y por eso las cosas salen como salen.

    Los que pagamos somos nosotros. Qué ricos debemos ser.

    ResponderEliminar
  7. Pavana para una Elefanta presunta10 de mayo de 2013, 8:56

    Pues soñé con un mundo paralelo.
    Soñé que había un circo llamado República.
    El número fuerte era la elefanta Cristina con gorro frigio y escarapela en el nacimiento de la trompa.
    Después, salía el domador, un tosco de dos metros veinticinco y la elefanta Cristina que barrita y que se pone a dos patas y que persigue al gigantón que corre despavorido. Hasta que lo caza y se lo come a besos.
    El público, todos él con chilaba, aplaude a rabiar y les arroja fajos de petrodólares.
    Despierto.

    ResponderEliminar