lunes, 25 de marzo de 2013

SUELTA DE REVILLAS


Oyendo a Miguel Ángel Revilla el otro día en la tele tenías la sensación de que te estaba vendiendo un rallador de queso cojonudo para comprender la situación económica actual. Un tono de maestro de escuela entreverado con cantinela de vendedor en el Rastro, y de regalo una latita de anchoas. Si eso sirve para que la gente comprenda con manzanas (¡señora!) que Draghi no es otra cosa que un listo y un vampiro a sueldo, o para que los estafados por las preferentes se sientan un poco menos solos frente a los banqueros y los políticos, bienvenido sea el populismo del personaje, un Don Pimpín español metido a Mario Bros. Sí, ya estaba vivo cuando Franco y flipaba con José Antonio. Sí, también ha sido director de banco. Sí, tiene viejas reseñas en prensa que son lamentables... Pero no le gustan las perífrasis ni los eufemismos y está tan cabreado con lo que está pasando que le perdonas eso y hasta sus aires de Mesías de segunda división, esa fatuidad de un Jesús Gil en un jacuzzi que ha sabido reciclar en coquetería de negociador de rehenes llegando al cordón policial: "Dejadme a mí, que yo los conozco". La vida de los secuestrados al mismo nivel que el espectáculo de verle arremeter contra los malos. Alegremente. Gustándose. Brindando al tendido. Ahora que se ha muerto el toro Ratón(*), a Revilla se le van multiplicar los contratos por esas ferias de la tele.

(*) Nota bene:  Para todos los que quieran asistir a las honras fúnebres del toro asesino, se comunica que la capea ardiente se celebrará esta tarde a las 17:00 y el encierro de monaguillos borrachos a las 18:00. 

2 comentarios:

  1. Presentes en el plató, a aplaudir.

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  2. A lo tonto , a lo tonto arrasará en las próximas.
    Perfecta descripción del tono: vende su libro como rosquillas y lo llamarán de todos lados: se hace propaganda gratis y dice que no cobra por asistir a los programas. Será cierto: no cobra, pero no paga publicidad. Al final, es un banquero.

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