ADIÓS, TEUTONA
Adiós, teutona. Nos vamos. No. Del
euro no, cachonda. Angelita. Tampoco de Europa, que aquí sabíamos de medicina y
de agricultura antes de que vosotros inventarais las cámaras de gas o la col
podrida. Nos vamos de ti, rubia. Te dejamos. Os dejamos a ti y a tus
mamporreros. Y os devolvemos el cazo. Y el látigo. Y las cartas de chantaje. Y
las amenazas de muerte. Y la hucha en forma de casco nazi. ¿Que adónde vamos a
ir? Bueno. Pensamos quedarnos en el mismo sitio. Y sin dar el país como dación
en pago. Ya ves. Que nos ha dado por razonar a nuestra manera y nos hemos dado
cuenta de que deber dinero no es motivo para que muera nadie. Que una deuda
entre hombres honrados sí compromete, pero no eso que han amañado vuestros
criminales con los nuestros. En todas las casas cuecen habas y bien está percatarse de ellas y apartarlas a tiempo. Así que no vamos a pagar las deudas de nuestros corruptos malnacidos en vuestra casa de putas a cambio del pan de nuestros hijos y la
salud de nuestros mayores. Habladlo entre vosotros, si queréis. Por nuestra
parte, ya hemos encerrado en la cárcel a los responsables. Nuestros malnacidos.
Políticos, banqueros, asesores y demás delincuentes del clero. Ya los iremos
juzgando uno por uno (son miles y nos llevará tiempo), pero por lo pronto los
hemos sustituido por gente de bien sin ninguna relación con la política y que,
por lo tanto, sólo tiene en mente el servicio público, así que en un par de
años recuperaremos la salud. Sólo despedirnos de ti y de tus maneras, y avisaros
de nuestra decisión como nación independiente. Que pagaremos lo que debemos, sí,
pero no lo que haya dicho que debemos una pandilla de criminales. Haced la suma
cabal con honor y la pagaremos cabalmente y con el mismo honor. En cuanto no
muera nadie por que a ti te pongan una hamaca de seda con bordados en oro y un águila fiera abanicándote en el Reichstag,
ambiciosilla. Ya ves que ni con la bota al cuello hemos perdido la alegría, así
que dile a tus perros de las agencias, del FMI y del Banco Central Europeo que la vayan apartando. Por las buenas,
Angelita. Tú sabes que aquí nos hacemos una pata de jamón con la pata de una cómoda
a la que nos presiona la historia. Y cosas peores hemos roído estos años. Sólo
por avisar. Pero tú no quedes triste, golosona. A Rajoy siempre lo tendrás de
tu parte para lo que quieras retozar por Mallorca y por si quieres engendrar un fin de raza con él (seguro que le sienta bien el embarazo). Sin
más, se despide de ti el pueblo español soberano y, con él, todas las ilusiones y topicazos que
quieras para este año que comienza, Angelita, teutona, cachonda, ambiciosilla,
golosona: señora Merkel. No haga caso en lo de “señora” y que no la volvamos a
ver por aquí dándonos órdenes. Si a Baltasar no lo dejáis pasar por negro, a lo mejor Gaspar o Melchor sí que pueden leerte esta carta.
jajaja graciosa la entrada.
ResponderEliminarPara mi que la teutona está pillada por las tetas.
Quien está detrás es el querido tio Sam. Y nosotros cada día más fieles a las hamburguesas y series de risas falsas.
Alemania y toda Europa perdió la guerra pero de eso ni una palabra,no vayamos a pensar cosas raras.
Saludos.