Media el sol su jornada sobre los cartones de polvo de vino, espejea en las canas de las acacias y en las canas de los vagabundos recién empolvados de vino seco, dormidos en un pasmo poco urbano de qué remedio, y se detiene un momento a mirar su hora (ese fresquito que hace de repente), como si no fuera él quien manda en la sirena de esta triste fábrica de desconsuelo global. El saqueo de Grecia, la sangre por el sintagma, los lobos pidiendo más. El hambre. La desesperación. La ruina (piedras aparte). Ya quitaron el griego de los institutos. Ahora intentan borrar del mapa a toda Grecia. Viendo cómo están los romanos (Caligulilla Silvio), tenía que pasar con la cuna de la civilización (Jané). Con lo que tú has sido... No vendrá ningún Leónidas, ningún Pericles, ningún Diógenes a soltarle una fresca a Angela Merkel, ningún Heráclito a oscurecer contra los focos de los mercados, ningún Sócrates a meterle un canutazo de cicuta a la ¿Unión? Europea por el culo. Y a Ulises lo están cacheando en algún aeropuerto en este mismo instante. Por pintas y por indocumentado, andevausté. Se vende Itaca. La infamia es general. Afilemos, pues, las espadas. Por Grecia.
Media el sol su jornada sobre los cartones de polvo de vino, espejea en las canas de las acacias y en las canas de los vagabundos recién empolvados de vino seco, dormidos en un pasmo poco urbano de qué remedio, y se detiene un momento a mirar su hora (ese fresquito que hace de repente), como si no fuera él quien manda en la sirena de esta triste fábrica de desconsuelo global. El saqueo de Grecia, la sangre por el sintagma, los lobos pidiendo más. El hambre. La desesperación. La ruina (piedras aparte). Ya quitaron el griego de los institutos. Ahora intentan borrar del mapa a toda Grecia. Viendo cómo están los romanos (Caligulilla Silvio), tenía que pasar con la cuna de la civilización (Jané). Con lo que tú has sido... No vendrá ningún Leónidas, ningún Pericles, ningún Diógenes a soltarle una fresca a Angela Merkel, ningún Heráclito a oscurecer contra los focos de los mercados, ningún Sócrates a meterle un canutazo de cicuta a la ¿Unión? Europea por el culo. Y a Ulises lo están cacheando en algún aeropuerto en este mismo instante. Por pintas y por indocumentado, andevausté. Se vende Itaca. La infamia es general. Afilemos, pues, las espadas. Por Grecia.
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Nosotros no podremos contra los bárbaros sajones. Ya nos has "sajao"
ResponderEliminarLa cultura la compran ellos en dos patadas. Arde Troya y Ulises jamás retornará a Ítaca. Y Penélope acabará su obra y tendrá que venderla en un mercadillo alemán. El perro de Ulises no lo reconocerá en su retorno y servirá para un perrito caliente a la americana. Y Telémaco acabará de superviviente en algún canal de TV.