martes, 20 de abril de 2010

APABULLANTES SOPRANO

-Hasta aquí nos han traído el cunnilingus y la psiquiatría...

Después de The Wire y de El Ala Oeste de la Casa Blanca, Los Soprano. Una maravilla. Es la diferencia entre ver capítulos sueltos y de diferentes temporadas, y hacerlo bien, con el pulso de la serie en orden y las tramas paso a paso. El final de la primera temporada, una pieza brutal. Oye, y no salía ningún ninja del Siglo de Oro, ni vampiros agilipollaos. Misterio que a los chicos de David Chase no les haya hecho falta esos recursos estilísticos de alta escuela y tan aplaudidos por la audiencia. Y cómo mola el careto de Gandolfini y qué bien todo, Carmela, no mates tú a mamá, que ya lo hago yo. Para que luego te gusten Los Serrano y el soprano del Perea. Con todo, salvemos a Bonilla.



De nada, hombre.

1 comentario:

  1. Bonilla es un grande, sin duda. Chase es un genio, sin duda. La serie es brutal, apabullante, cercana a pesar de la profesión de sus personajes. "Carm, me encanta este café, me limpia mejor que ninguno".
    Cada detalle, cada diálogo, cada intención, todo está bien hilado. Nunca he visto un mejor tratado sobre el guión. Voy por la sexta temporada y el final de la quinta no ha hecho más que darme motivos para fagocitar episodios. Y todo ello sin blandeza, sin correciones, llamándole a los negros, negros, a las putas, putas y al coño, pussy.

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