jueves, 14 de junio de 2007

LOS LABIOS IMPRECISOS


La sonrisa desapareció en el rostro de Mattone y en sus ojos apareció una mirada técnica. Hart no parpadeó cuando le oyó decir:
-Empezaremos por un trabajo dental. Tienes demasiados dientes.
-DAVID GOODIS-

Eran los ojos de un hombre que está dispuesto a causarte algún daño,
pero no eran los ojos de un médico
-ERIC AMBLER-



Me voy a explicar por heridas buenas:
Es buena la herida del marcapáginas en el libro
Buena la cuchara que entra en el flan casero
Bueno el tajo de mi padre en el yeso
Buena la bravura de mi madre contra las numerosas patatas
El hueco de aire que me deja tu desamor en el pecho
La grapa que grapa tu foto en el carnet con mis señas
La incisión del palillo en el boquerón
La del whisky en tu alma
Y hasta la herida que tus gafas graduadas
pueden hacerle a un Picasso
Buena la herida del sol sobre un dormido
y buena la herida de una hora con números
sobre un hombre de arena.


De LA PUERCA ROSA

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