jueves, 31 de mayo de 2007

NOBLES, GRANDES, MÍOS



-Yo asciendo de una familia de humildes campesinos. ¿De quién desciende usted?
-LOUIS VEUILLOT-

Necesito extender este imperioso reino
Prolongar a mis padres hasta la eternidad

-MIGUEL HERNÁNDEZ-




Demolieron mi familia rascacielos.
En su polvareda de palizas brillan los besos
y las novias presentadas.
Nos sobrevuelan los helicópteros del rencor.
Pero yo me añado al desastre necesario.
Camino sus cascotes
como una nube con pies de bailarina.
Soy el niño jefe de los dibujos.
El niño maniquí de las camisas de colores,
ahora entre los años humeantes.

Veo el sexo festivo de mi hermana,
el sexo memorioso de mi madre.
Veo tu primera bici, padre, por fin.

Los abrazos no dados sueltan su gas.
Pequeños incendios de caja de cerillas.


Todos los ojos que aposté en el destino
(un libro, un cuadro, una película)
(Y NUNCA VOSOTROS).

Visto el acabóse,
qué policía sacará antes la pistola.

Qué máquina hará un parking
de nosotros.
De LA PUERCA ROSA

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