lunes, 7 de mayo de 2007

NO ME DIGAS

Cuando muera volveré para contaros cómo amanecéis desde aquí.
Cómo es vuestra seriedad desde la nuestra.
Me callaré a vuestro lado igual que siempre, sólo un poco más muerto, sutil,
Y notará vuestra piel un oído que no estaba y que revela
Un pabellón de escalofrío sólo para vosotros y yo, ese instante de miedo y pausa
En el que trataré de explicar que la muerte no basta nunca,
Que los pájaros siguen piando aunque no estén,
Que uno es hombre, que somos hombres
Porque ni el infinito es suficiente y vamos,
Que lo difícil es morirse a secas
Dios aparte
O un hijo
Un amigo
Morirse totalmente inefable
Como un helado
Un desdecirse que se va volviendo duro
Como un camión que se entibia de lejos que no viene
Y ya es un fue que te deja habiendo observado tonto
Y lo llamaron tu vida.

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