viernes, 9 de marzo de 2007

BOTANDO EN LA BUTACA




Hay tres películas cuyos protagonistas se pasan todo el rato en la cama y no son porno: EL EXORCISTA, JOHNNY COGIÓ SU FUSIL Y MAR ADENTRO.


A Russell Crowe lo nominaron al Oscar a la mejor interpretación masculina por GLADIATOR cuando se pasa media película con una máscara. No recuerdo si se lo dieron.



Cuando Clark Gable dice eso de "Me importa un bledo, querida" en LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, quería decir exactamente que le importaba un huevo, o un pimiento, o una mierda. Pero dijo "bledo". Cuando vio la versión española, el propio Clark Gable corrió a buscar inmediatamente un diccionario de la R.A.E:


bledo: m. Planta rastrera, de unos tres decímetros de largo, hojas triangulares de color verde oscuro y flores rojas y pequeñas.


El orejas siguió preguntando por ahí y se enteró que es lo que se le da de comer a las vacas cuando no hay otra cosa. De muy poco valor nutritivo y muy poco sabor, según las vacas. Y al que las cuida no le cuestan nada porque el bledo crece solo, no como la alfalfa, que hay que sembrarla. El hombre quedó muy tranquilo, aunque habría preferido decir "Me importa un huevo de pato, querida" (protestas de los patos), "un cojón de mico" (huelga en el zoo), o "un rábano" (aplausos del modisto).



Los momentos de ir al baño en las películas de los Hermanos Marx (en casi todas) es cuando Chico o Harpo agarran un instrumento (no digo nada cuando canta Zeppo). Es lo mismo que me pasaba de pequeño con los Payasos de la Tele: Circunstancia Gabi tocando el saxofón enano. Y últimamente cuando hay tanta, tanta, tanta tensión en una partida de póker y yo no tengo ni idea de jugar al póker. En todas, menos en EL GOLPE. Probablemente es la diferencia entre una gran película y las otras. Consiguen que un paralítico no odie el ballet.



Y por supuesto nadie dice nunca, nunca, en CASABLANCA, eso de "Tócala otra vez, Sam".

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