martes, 30 de enero de 2007

LIBRO DE HORAS (9)

Desayuno optimista, de fundamentalismo cristiano: bocadillo de salchichón picante, cocacola, una manzana. El fundamentalista islámico se salta el salchichón, por jalufo, la manzana no le suena a pecado y la cocacola le da mucha penita tener que decir que no, que viene del demonio. Y la triste Mecca Cola sin venderse apenas.

Cambio climático. Bienvenidos a la Nueva Costa del Sol, también conocida como Islas Desafortunadas o Archipiélago de las Moragas. Adaptación inmediata de las instituciones. El Casino de Torrequebrada pasa a ser Casino Nueva Orleans. Subvenciones a los chiringuitos palafitos, a la alcaparra submarina, el bronceador de gasógeno y el olivo-hombre rana. Los puntos negros de la Nacional 340 serán a partir de ahora boyas rojas.


Correo electrónico al Comandante Cousteau: vente a hacer un documental sobre los burros-góndola de Mijas. Preciosos.


Por lo menos se ha solucionado el problema con el cauce del Guadalmedina a su paso por Málaga. Antes, en verano había que echarle agua para que no levantara polvo.


De vuelta con el desayuno: si al bocadillo le pones cebolleta picada y aceite de oliva, hay conversiones en masa. El Döner Kebap no está mal (ese cordero viejo al que se le jubila mirando a la Meca), pero donde esté un buen bocadillo de salchichón rabioso mirando a Despeñaperros... Escupo un grano de pimienta y mato una paloma.


Recordar que a partir de ahora el bocadillo de atún de toda la vida será carne de caza.

Doñana debe de haber quedado como las cataratas del Niágara. Compradle un flotador de patito al lince ibérico, que ya sabemos cómo son los gatos con el agua.

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