martes, 29 de diciembre de 2015

DE PEPITO GRILLO A PRESIDENTE


Se le critica a PODEMOS el avenate nacionalista que le impide pactar con los otros partidos... Que a Pablo Iglesias le ha dado por anteponer los intereses de unos secesionistas descerebrados a los intereses del país... ¿Por exigir un referéndum que acabe con el paripé de Artur Mas? Democracia contra Fraude y a los pamplinas les molesta, por supuesto. El referéndum que se propone quitará todas las caretas a los falsarios de Convergencia y demostrará que no hay mayoría -ni por asomo- para iniciar un proceso independentista de verdad en Cataluña. Tal vez es eso lo que le fastidia al PP, que no puedan seguir sacando votos del miedo ante unas nuevas elecciones. Tal vez es eso lo que perturba al PSOE, incapaz de proponer otra cosa que un federalismo protésico, como un gozne de titanio entre Cataluña y el resto de la península. Tal vez es eso lo que molesta a Ciudadanos, alérgicos a todo lo que no sea liberalismo a capón. El tipo de arriba tendrá muchos defectos -el mesianismo y el ego inflado entre los primeros-, pero no es ningún impostor. A los que lo tienen entre ceja y ceja, como un mal sueño, quizá haya que explicarles que el rango de pesadilla probablemente lo alcance antes su mala conciencia. El día en que lo asuman, Pablo Iglesias habrá abandonado por fin su condición de Pepito Grillo y será su presidente. Al tiempo. Y si no, Ada Colau.

3 comentarios:

  1. Que sí. Yo al menos estoy a la expectativa...
    Y...
    Mientras tanto me recreo con sus caricaturas tan espléndidas.

    Buenas tardes.

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  2. Pablo vio la luz y se cayó de la mula albaceteña de ijares dulces. Iba a una razia de patriotas contra una acampada libre de estudiantes de Manresa y entonces aconteció el destello: uno de los acampados leía -al amor de una fogata de embalajes de toronjas- el verso enardecido del Canigó de Mossén Cinto Verdaguer. Sacudida y costalazo, catarsis y resurrección.
    Seis meses después, durante las vacaciones de la Uni, tomó bordón y mochila y, trocha alcarreña primero, remontando el valle del Jiloca después, con parada y fonda en Alcañiz (se hospedó en un alberque de moteros) arribó a la ceñudas masías de la Tarraconenese. En Vimbodí vio el monasterio de Poblet -que en su ignorancia catalanofóbica desconocía- y pidió asilo al cillerero que conoció en el estanco. Se quedó dos largos años. Hoy, este converso ama a Cataluña (servidor lo mismo, pero no se aposentó en sagrado nunca) y propaga la nueva fe por los secarrales de la estepa central. Y resúltase que su mensaje tiene mejor acogida de lo que algunos castizos se atrevieran a pensar.

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  3. Creo lo mismo que tu, que no hay mayoría ni por asomo. Sólo lo creo.
    Llevan mucho tiempo manipulando mentes vulnerables.
    A ver.

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