lunes, 2 de marzo de 2015

LA VIRGEN DE LA ROTATIVA


Ayer comenzó a cargarme por fin la agresividad de escaparate de Ana Pastor, aunque no me decido a meterla en la Canallesca Mala todavía. Como esos monjes shaolines que invitan de vez en cuando a la tele: no dudes en ningún momento de que el calvorota pasmado acabará haciendo alguna monería de kunfú. Lo que le pasa a la de arriba, pero con el periodismo "Porque Yo lo Valgo". Ya sea entrevistando a un botijo o al jefe de los marcianos que acaban de invadir la tierra, Ana Pastor, periodista de raza ("Woodward, ese hombre"), sabrá arrancarle tres o cuatro titulares giratorios con pantallazo de portada al final. Y se le nota demasiado la ansiedad. El ardor guerrero monísimo. La suficiencia. El pastel. Y que solo escucha del entrevistado lo que quiere oír. Las pausas petulantes de Jesús Quintero son ahora ceño o sonrisa, según toque. Y ahí está, Woodward, esa mujer, flotando por encima de su equipo en todas las secciones del programa como la Virgen de la Rotativa, "El Objetivo" soy yo, completamente subjetiva, y que le den mucho por saco a Alberto Garzón, por ejemplo.

4 comentarios:

  1. Dónde encontrarla. Me refiero a la entrevista. La quiero gozar.
    Estoy a la espera de recibir tu libro desde el martes de la semana pasada que lo encargué en mi librería.

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  2. ¿Esa entrevista? Pues supongo que a estará en la morgue de archivos de la Sexta, tecla. Y muchas gracias por encargar la novela. Cuando la leas, aquí tienes mi cuello.

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  3. La vi ayer y, efectivamente, ni escuchó a un educadísimo Garzón que guardaba silencio tan pronto como era interrumpido , ni a ninguna de sus dos colabroradoras, a las que no dejaba terminar los razonamientos. Y eso que la de "maldita hemeroteca" le decía :"aun no te vengas arriba"...

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  4. A mí me gusta a veces, otras se me atraganta con tanto afán por encaminar las tertulias, debates o lo que sea que quiera llamarse lo que hace, por derroteros de suspicacia exagerada, casi ficticia, no sé cómo explicarlo.
    Da la sensación de que se le ha subido a la cabeza su tan afamada profesionalidad y valentía sin límites, por decirlo de algún modo.
    :/
    Un beso.

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