viernes, 1 de agosto de 2014

LITERATURA DE EVASIÓN, STEPHEN KING Y JORDI PUJOL


Agosto está hecho lo mismo para violar subnormales (Faulkner) que para vender cada grano de arroz de una paella como si fuera una pepita de oro, por eso está colocado en mitad del verano, como en una enorme caja de arena aparte, el secarral de polígono de tiro de las vacaciones insensatas de cualquier insensato. Agossssto. Imperial, sudado, caprichoso y antropomorfo en tu maleta, si tienes maleta. En el caso contrario es el propio Agosto el que se hace maleta de todo lo que no empacaste desde el último rayo de sol que te dio en la cara con tiempo libre, y te lo fríe. Una novia, un libro, un pueblo, un propósito. Alguien está churruscando una ración de dioses. Y con la carbonilla de tu futuro aplazado ya están escribiendo el grafiti de todos los años en la tapia de tus cuarteles de invierno: "Veraneare Humanum Est". Por eso las novelas. Las doscientas que piensas escribir y las otras pocas que piensas leer. Literatura de evasión, que la llaman. Metáforas a escape. De entre los autores de género en ese tipo de literatura, que lo es y "la es", digo literatura, por más que se empeñen los dignos del aburrimiento, mi favorito desde pequeño es Stephen King. Y una joyita suya a devorar en breve: "22-11-63". Sí, la fecha del asesinato de Kennedy. Un político. Y el otro político autor de género degenerado en la cosa de evadir, y revelado últimamente, Jordi Pujol, por supuesto. Que es primero de agosto, leche, y empieza a costar mucho perdonar un juego de palabras. Con todo, creo que es la primera vez que pinto uno. Joan Brossa era el que los pintaba bien, y hasta los esculpía... Si el genio de Maine estuviera pensando en Pujol para alguna de sus próximas novelas, dudo entre "Misery 2" y "Los Chicos del Maíz 2", por la cara de kiko mutante que siempre ha tenido el best seller del nacionalismo catalán. Cómo me gusta el aire de gusiluz que le he dejado entre las manos del otro...

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