jueves, 21 de agosto de 2014

BAKUNIN NO ES UN MUEBLE DE IKEA


7 comentarios:

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    1. Salud, Lob. Recién llegado de Cangas del Narcea y por ahí, Candás, Avilés...

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    2. Salud, Fred, claro. Qué hago yo saludándome a mí mismo. Efecto cachopo.

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  2. Algún día, Lob, diremos "Cangas del Narcea: buena tiera, mejor vino". Y es que se empiezan a comercializar vinos de calidad por aquellos pagos... A precios algo altos, pero es consecuencia de las "tiradas" cortas. Ayer, en la otra Cangas, en la de Onís, escapando de un chubasco me refugié en la prodigiosa tienda "La Barata" y estuve a punto de mercar un blanco de aquellos, pero me conformé con un Cabrales de tres leches y un paté de cabracho de la casa. Y es que tengo abastecida la bodega (el botellero de Carrefour) de mi dacha de la aldea (concejo de Villaviciosa, en donde cosecho manzana de sidra y garciasoles de mesa como puños de cíclope asturcón).
    Veníamos de un Llanes de abarrote ( el sustantivo le cuadraba mejor a la tienda canguesa, ya lo sé) y, después de comer, habíamos subido al mirador de La Ballota, a contemplar las dos playas gemelas que parte el islote y a recrearnos en la contemplación de la meseta de Andrín que, a pesar de la bruma que empujaba contra el Cuera, lucía un filete esmeralda allá en lo más alto, quizá un señuelo para aviadores de biplanos despistados.
    Pero uno no se ensimisma en la belleza entrañada y entreñable, y el día dos de setiembre parte para Praga por seis días, que espero sean de productivo combustible para el coco y de gozoso consumo de divina cerveza de Bohemia.
    Un abrazo, paisanín.

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    1. Sí, señor. Buenos vinos de Cangas del Narcea. Cojonudos. Y sorprendentes, claro, viniendo de donde vienen. Un Descarga probé yo y compramos Castillo de Coria, si mal no revuerdo. Pásalo bien por Praga. Ah, y me encanta que me llames paisanín, siendo yo de Málaga, pero es que Asturias me tira mucho y casi soy arrecogido de allí.

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  3. Querrás decir Monasterio de Corias, colega.
    Pues creía que eras astur...
    El año pasado estuve en Málaga (me decepcionó un poco el museo Picasso). Y en Ronda, siguiendo las huellas de Rilke. Y en Antequera, buscando sombra en el dolmen de Menga (inenarrable).
    En estos últimos doce meses he ido tres veces a Al-Ándalus. Será porque me mola ¿no?; pero me suelo escorar de la parte de Cádiz...

    PD.- Mañana recojo el premio de un concurso de microrrelados que he ganado: felicítame, Lob.

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    1. Para ver bien a Picasso hay que ir llorado de casa. Juás. Felicitado quedas, Fred. Que sea un macropremio.

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