miércoles, 16 de julio de 2014

PASTILLAS DE FRENO


Dos ejemplos del respeto que le debemos a las instituciones, uno en España y otro en Europa:

1) El Tribunal Constitucional español ve estupendo que se pueda despedir sin indemnización a una persona al año de haberla contratado.
2) La Unión Europea se niega a abaratar el oneroso fármaco privado que cura la Hepatitis C, y ya, si acaso en octubre, se volverán a reunir para ver cómo va la cosa.

En el primer caso tenemos a una reunión de jueces vendidos al gobierno. En el segundo caso tenemos una reunión, algo más gorda, de políticos vendidos a las multinacionales.

Dos ejemplos del respeto que le debemos a las instituciones. El Tribunal Constitucional comprado por el PP y la Unión Europea comprada por el lobby de los laboratorios farmacéuticos.

Del elenco de actores del PP ya sabemos todos lo suficiente como para conocer el tipo de ópera bufa que pueden representar a estas alturas de la demolición del Estado de Derecho, pero deduzcan ustedes por las caras de los actores principales de GILEAD, la multinacional norteamericana que cobra mil dólares por cada pastilla (Sovaldi) contra la Hepatitis C, la teleserie que han comprado los hijos de puta meapilas de Bruselas. Van sus caretos, por orden de importancia en el "reparto".









Tengo nombres para la teleserie, si quieren: "The Pill", "Cuarenta Grados", "Hombre Rico, Enfermo Pobre", "La Redoma", "Breaking Hígado", "El Ala Oeste del Laboratorio", "Dead Bed", "Coma", "Patients", M.A.S.H. (La secuela), "Universal Safety for Laughs" y "Médico de Lobby" (una adaptación americana de "Médico de Familia"). Aunque a mala hostia, lo suyo sería llamar a la teleserie "Pastillas de Freno", como los Estopa, y ponerlos a todos en una chabola de Las Barranquillas intentando colocar ese género en el mercado libre, sin patentes para la papelina en caramelo. 

Y por juntar los dos despropósitos, los de la esclavización de España y nuestra bajada de pantalones en Europa (qué más da que el PSOE se haya quedado con la prenda a medio muslo), la elección ayer como presidente de la Eurocámara del luxemburgués amigo de los pobres y de los trabajadores, Jean Claude Bombardero Unltraconservador Juncker, para mayor solaz de nuestros palanganeros de aquí, que le han votado a cuatro patas y le han regalado un mechero para que se encienda los puros austeros de ahora en adelante. Toma candela tú, que yo ya no tengo pulmones para respirar esta mierda.

3 comentarios:

  1. "Hasta aquí llega la corrupción", dijo King Kong encaramado en la cima del Empire State.
    Hay cosas que no se pueden decir sin ser denunciado por apología del terrorismo (¡hay que joderse!). Pues bien, esas cosas, que tú lector seguramente adivinas, son el incandescente magma de este mi contenido comentario.
    No basta desearle a esta gentuza que les parta un rayo, previamente hay que despojarles del para-ídem, y ahí está el quid de la cuestión.

    ResponderEliminar
  2. Estoy convaleciente, Lob, de un ataque de náuseas (el Pimperán como si fuese agua) que me produjo escuchar ayer en "La Sexta" a un energúmeno de nombre J.C. Rodríguez Ibarra (alias "Bellotari").
    Pues resulta que los tertulianos, en un momento dado, criticaron con dureza los criminales bombardeos de Israel sobre Gaza... Y al ínclito "Bellotari" no se le ocurre objetar más que "no se olvide que empezaron los palestinos" (!!!!!!!), O sea, que a este animal ("animal político", señor comisario) le parece justa y proporcionada la respuesta; que porque unos fanáticos hayan asesinado a tres judíos era entendible que se asesinara a docenas de mujeres y niños... Sencillamente asqueroso, insoportablemente asqueroso...
    Pues este sujeto es uno de los "barones" del partido de la "izquierda" impostora que tanto daño ha hecho a este pueblo.
    Nunca lo tragué, mi rechazo viene de antiguo, cuando hacía demagógicas potestitas al gobierno filipino y, a continuación, pasaba por sacristía y salía alabando al carismático timonel. Vergonzoso.

    ResponderEliminar
  3. Estamos rodeados por el séptimo de caballería y al igual que que en las películas resulta que los malos somos nosotros, los indios de la nación a los que nos empiezan a dar por todos lados si esperanzas de que ninguna otra tribu venga a rescatarnos.
    Admiro tu labor y tu sentido del humor Lowon, al menos que muramos con una sonrisa en los labios mientras nos desahogamos llamándolos hijos de...la gran chingada.

    Saludos

    ResponderEliminar