lunes, 12 de agosto de 2013

PARA QUITAR EL MAL SABOR DE BOCA


Higos de Málaga. De unas higueras por Torrenueva. Comunales, mostrencas, de todo el mundo... pero son higos robados. Al menos a los gorriones. Un gusto pintar esos verdes tiernos, la caligrafía de la higuera en la piel, la pulpa rojiza, (música de Chambao, Andalucía, ondestastúuu...) el testamento diario del amanecer que leen primero los pájaros (*), sus herederos sinvergüenzas, para que luego llegues tú unas horas más tarde, como un notario torpe y aficionado a la poesía (ahiestastúuuuu), a dar fe de que allí hubo un higo más maduro y más gordo que el que estás cogiendo... Y sin tronchar una rama. Riquísimos. Salud.

(*) La manera que tienen los gorriones de leer los higos es la misma que la de un preso con una novelilla de Marcial Lafuente Estefanía. Dicho por todo el mundo.

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