miércoles, 15 de febrero de 2012

INVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES

No soy nazi. Ni siquiera tengo prejuicios contra los feos. Allá cada uno con su escaparate. Pero si el aspecto denota algo, apariencias aparte, ahí estoy yo para registrarlo y evitar que mis amigas se líen con algún perro o que mis amigos le pidan dinero a alguna alimaña. Por eso he flipado con esta foto de El País. No he visto dos ejemplares de primate más contundentes. Qué repugnancia natural dan. ¿O no? ¿Son cosas mías? Y una leche. Esos dos no son seres humanos, coño. El gorila y la mandril. La gorila y el mandril. Los políticos catalanes. Vomito y lo dejo.

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