sábado, 30 de julio de 2011

LOS PEAJES DE LA INFORMÁTICA



Qué bonita la informática, y qué útil y qué todo. Menos cuando falla y se carga mi archivo entero de pinceles. Tu frasco preferido a la porra. Óleos, grafitos, paletas, difuminas, carbones, pasteles, acrílicos. Al carajito. ¿Por qué? Por el buenismo de un programa que hay por ahí que ha detectado otro programa pirata y se ha puesto a limpiar, el cabronazo. Los pinceles personalizados son tu "maniera". Un delgado del 15, con una transparencia del 40% y los bordes húmedos... ¡Eres tú mismo! Ponte ahora a fabricarlos todos de nuevo. Difícil que te vuelvan a salir los mismos. Parecidos tal vez, pero esa factura que conseguías al segundo trazo con el "sal 45", por ejemplo. A la reverendísima mierda. Así que toda la mañana sacando agua del pozo hasta tener una paleta aproximada. Primero, a pintar monicacos. Luego, a pintar algo más serio. No apunto bajo, no. Me he encomendado a Don Diego de Velázquez para que apadrine mis nuevos achiperres. Me ha salido con cara de mala hostia y más delgado, pero qué le vamos a hacer. La vida sigue. Iremos mejorándola.

No hay comentarios:

Publicar un comentario